Nacional Altagracia Gómez Seguridad México Claudia Sheinbaum

Cartas Hebdomadarias

SIMONETTA VESPUCCI

La alharaca que se viene haciendo casi a diario por la belleza de Fulana, Zutana y Mangana, que no es que no califiquen en cuanto a la materia, pero que tampoco es para tanto, me hicieron recordarte, pues tú sí que fuiste hermosa, en tiempos en que se tenía que nacer así para serlo, pues no había ni gimnasios, ni maquillajes ni otras cosas por el estilo para ayudar a nadie y no por nada fuiste inmortalizada en los años del Renacimiento.

Naciste genovesa, pero a los diez y seis ya estabas en Florencia, que era donde mejor podías estar y a esa edad ya eras la esposa de Marco Vespucci. Allí atrajiste a Julián de Médicis, hermano de Lorenzo el Magnífico, a quien nosotros tenemos sentado en la Fuente de la Alameda, con frío o calor desde el año 27 ó 28 del siglo pasado, sin que diga nada. En tus tiempos era el señor de Florencia y de ti llegó a decir que “tenías una dulzura y una belleza sin paralelo; que tus maneras eran tan amables y encantadoras que todos los jóvenes se sentían en cierto modo como amados por ti. Las mujeres jóvenes contenían sus celos y elogiaban tu belleza y tu amabilidad”.

En 1475 figuraste en un torneo auspiciado por Julián. Poliziano describió tu belleza. Y eso fue todo.

Un año después de aquel torneo moriste de tuberculosis; moriste en abril y te llevaron a la tumba en un féretro abierto para que todo mundo pudiese ver por última vez tu belleza. Para los florentinos representaste un símbolo de la belleza y del carácter perecedero de ésta y si es cierto que Botticelli no te convirtió después de su muerte en la figura central de sus grandes mitologías, fuiste pintada -como Cleopatra con el áspid- en el famoso cuadro de Piero de Cosimo.

Si de los héroes se dice que deben morir jóvenes, para las bellezas como tú eso es aún más importante, pues nadie debe atestiguar el deterioro de una bella. Fuiste muy afortunada, por tu hermosura y tu corta vida. Da por ello las gracias a tus dioses y comprende la gloria efímera de las bellas de estos días.

Gracias por la compañía, vuelve a tu cuadro.

Leer más de Nacional

Escrito en:

Comentar esta noticia -

Noticias relacionadas

Siglo Plus

+ Más leídas de Nacional

LECTURAS ANTERIORES

Fotografías más vistas

Videos más vistos semana

Clasificados

ID: 62381

elsiglo.mx