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MAINE, EUA.- Las cartas personales de la princesa Diana de Gran Bretaña, enviadas a una editora de modas ya fallecida no lograron venderse porque no alcanzaron el precio de reserva.
Las ocho cartas y una tarjeta de Navidad tenían un precio de venta de 47 mil 500 dólares en la subasta de la galería Cyr, con sede en Gray, en el estado norteamericano de Maine.
La casa de subastas las había declarado vendidas el mes pasado, pero debido a que no lograron satisfacer el precio de reserva la venta finalmente no se realizó.
Andrew Tilberis, esposo de la difunta escritora de moda Liz Tilberis, dijo a Reuters que había decidido establecer altos precios de reserva a las cartas.
Un precio de reserva es el monto de venta más bajo posible y por lo general no se revela a los compradores.
“Estaba indeciso sobre venderlas”, dijo Tilberis, de 61 años, un artista e inventor que vive en Nueva York. “Conservaré las cartas... y serán de gran valor para mis hijos más adelante”, expresó.
Una portavoz de Cyr informó que era una práctica estándar que, cuando el subastador estaba ejecutando las reservas desde el podio, anunciara un objeto como “vendido” cuando no lograra rebasar el precio de reserva.
“Algunos subastadores anunciarían estos artículos como ‘pasados’, dijo. “Nuestro subastador prefiere referirse a ellos como ‘vendidos’“, aclaró.
Tilberis era editora de la revista British Vogue. En el momento de su muerte, en 1999, tenía el cargo de editora en jefe de la sección Harper’s Bazaar.
La editora conoció a Diana durante el tiempo que trabajó en British Vogue y dio asesoría en moda a la princesa por años. Esta amistad continuó hasta la muerte de Diana en un accidente automovilístico ocurrido en París en 1997, explicó el esposo de la escritora.