Reuters
NAIROBI, Kenya.- Milicias tribales mataron a casi 1,000 civiles con machetes y armas de fuego y luego los sepultaron en fosas comunes en el nordeste de la República Democrática del Congo, dijo ayer un organismo de la ONU.
“Nuestro equipo de investigadores descubrió que 966 personas fueron masacradas. (Los investigadores) identificaron 20 fosas comunes y visitaron a 49 heridos graves en hospitales”, dijo Hamadoun Toure, portavoz de la Misión de las Naciones Unidas en el Congo, en Kinshasa.
Los testigos dijeron que la masacre ocurrió el jueves, cuando los agresores descendieron al pueblo de Drodro y a 14 aldeas vecinas cerca de Bunia, capital del distrito de Ituri, a unos 80 kilómetros de la frontera con Uganda.
Ayer se informó de nuevos enfrentamientos entre rebeldes del Movimiento por la Democracia Congoleña, apoyado por Rwanda, y un grupo de milicianos de una tribu de la población congoleña de Bukavu, en el este del país.
Según Toure, los investigadores de la ONU conversaron con sacerdotes, jefes de tribus y testigos que relataron que la matanza se prolongó por tres horas.
Los investigadores, que visitaron Drodro el sábado, dijeron que vieron pruebas tales como ropa y manchas de sangre sobre las fosa comunes, agregó Toure.
El informe de la matanza surgió justo días después que las facciones en pugna firmaran un esperado acuerdo político para poner fin a varios años de conflicto en el tercer país más grande de Africa.
El Congo quedó sumido en una cruenta guerra civil en 1998, cuando los vecinos países de Rwanda y Uganda apoyaron una rebelión en el este para derrocar al gobierno de Kinshasa.
En cierto punto, seis ejércitos extranjeros participaron en la guerra por las riquezas minerales del Congo, y se cree que murieron dos millones de personas, la mayoría de hambre y enfermedades.
Shaban Bantariza, portavoz del ejército de Uganda, dijo que estaba al tanto de que “cientos de personas fueron asesinadas” en Drodro, pero añadió que esperaba más información por parte de efectivos del ejército que fueron a investigar a la zona.
A pedido de la ONU, soldados de Uganda permanecieron en el distrito de Ituri, donde cientos de personas murieron en enfrentamientos étnicos desde 1999.
Residentes de Drodro, de población de mayoría étnica hema, dijeron que los atacantes del jueves hablaban la lengua lendu.