TORREÓN, COAH.- La declaración de una persona ayudará a esclarecer el caso del supuesto secuestro de Fernando Mascorro Villarreal, quien presumiblemente debía dinero a un elemento de la Policía Ministerial y además se le relaciona con actividades referentes al “narcomenudeo”, informó José Luis Ramírez Hernández, coordinador para Asuntos Especiales de la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE).
Las investigaciones al respecto continúan y no terminarán hasta llegar a las últimas consecuencias, según fueron instrucciones precisas del procurador general Óscar Calderón Sánchez, con el objeto que no quede duda alguna respecto a la procuración de justicia en Coahuila, señaló.
Hasta el momento las indagatorias han determinado la presunta responsabilidad del agente ministerial, Edgar Adrián Rodríguez Padilla, quien se encuentra suspendido de manera indefinida y además está arrestado, señaló.
Ramírez Hernández aseveró que es así como se atiende la denuncia hecha el pasado 8 de enero del año en curso por María de Jesús Velasco Requejo, de 32 años de edad, esposa de Fernando Mascorro Villarreal, de 29 años, quien supuestamente fuera privado ilegalmente de su libertad por espacio de varias horas el 29 de junio de 2002.
La historia
Según lo asentado en la querella, María de Jesús el 29 de junio de 2002 recibió un telefonema de su cónyuge quien le dijo que reuniera 100 mil pesos, pues unos ministeriales lo tenían secuestrado. Al cabo de un par de horas le volvió a llamar, pero como sólo consiguió ocho mil pesos, le indicó que se los entregara junto con el vehículo y la factura a la persona que iba a ir.
Por la noche, llegó un sujeto acompañado por el hermano de Fernando, a quien hizo entrega de lo convenido y tras cuatro horas de espera, Fernando arribó al domicilio conyugal.
Desde entonces Velasco Requejo interpuso su denuncia pero como no fue ratificada, de nueva cuenta tuvo que volver a ponerla, haciendo el señalamiento directo de un agente de la Policía Ministerial como el que recibió el dinero y auto, un Nissan Sentra blanco, modelo 1998.
De acuerdo a las declaraciones de la afectada, ella misma logró identificar al mal elemento y además la ubicación de su automóvil, mismo que fue recuperado la semana anterior y se encuentra en el estacionamiento de la PGJE, hasta que se esclarezca por completo el caso.
Siguen sin resolverse varios puntos oscuros, entre ellos el presumible nexo de Mascorro Villarreal con la venta y tráfico de estupefacientes, por lo que tan pronto declare una persona de la cual no se proporcionó su identidad para no entorpecer las investigaciones, se podrá confirmar o desmentir todo lo anterior, dijo finalmente el funcionario de la Procuraduría.