La Comisión Estatal de Derechos Humanos debe aterrizar los programas que en apoyo a las mujeres, niños y adolescentes ha puesto en marcha la Comisión Nacional de Derechos Humanos, pues de ello depende la efectividad de los mismos y la formación de las nuevas generaciones en la cultura de la denuncia, manifestó Catalina Martínez Granados.
La funcionaria de la CNDH hizo énfasis en la importancia que la CEDH acompañe en el proceso de la denuncia a estos sectores de la población, a efecto que la ley los proteja en todo momento y tengan la seguridad que pueden denunciar la violación a sus derechos más elementales sin el temor a represalias.
Catalina reconoció que en el caso del adolescente no ha quedado bien definido si son los maestros o padres de familia los adultos con los que convive o los propios compañeros de escuela o de los grupos intermedios en los que participa, quienes más coartan los derechos de los jóvenes, ya que las quejas que se presentan ante la instancia defensora de sus derechos no muestran una similitud marcada en ese sentido.
Dejó claro que es un mínimo porcentaje de violaciones a sus derechos las que son denunciadas ante las Comisiones de Derechos Humanos, lo cual en gran medida se debe a que desconocen sus derechos y tampoco saben a dónde acudir cuando una situación así ocurre.
Agregó Martínez que se atropellan en innumerables ocasiones los derechos de estos tres sectores, pero más en el caso de los jóvenes menores de edad, cuando se les limitan sus espacios naturales de expresión sin que exista una justificación de peso que lo amerite.
Por ello exhortó a los padres de familia, maestros y a la CEDH de Durango a llevar a cabo programas que se acerquen a la juventud para conocer sus inquietudes y educarla en lo que se refiere a la defensa de sus derechos.