Ciudad del Vaticano (Notimex).- El papa Juan Pablo II celebró esta mañana en la basílica de San Pedro la "Misa Crismal" del Jueves Santo y confirmó que por la tarde, en la misa "In Cena Domini" firmará la catorceava encíclica titulada "Ecclesia de Eucharistia".
La ceremonia matutina fue concelebrada con los cardenales, obispos y presbíteros presentes en Roma.
En el curso de la celebración eucarística, tras la renovación de las promesas sacerdotales, fueron bendecidos el aceite de catecúmenos, el aceite de los enfermos y el crisma.
"Hoy, con la Santa Misa del Crisma, hacemos memoria de esta gran verdad que directamente nos involucra. Cristo nos llamó, especialmente, para participar en su Sacerdocio", dijo Juan Pablo II.
Recordó que toda vocación al ministerio sacerdotal es un "don extraordinario del amor de Dios y, al mismo tiempo, un misterio profundo, que concierne a los inescrutables proyectos divinos y a los abismos de la conciencia humana" El jefe de la Iglesia Católica destacó que en la Misa Crismal se renuevan las promesas sacerdotales.
"Este rito nos lleva con la mente y el corazón al día inolvidable en el cual asumimos el compromiso de unirnos íntimamente a Cristo, modelo de nuestro sacerdocio, y de ser fieles dispensadores de los misterios de Dios, dejándonos guiar no por intereses humanos, sino sólo por el amor a Dios y al prójimo".
El pontífice expresó que cada vez que en la asamblea litúrgica se celebra el "Sacrificio eucarístico", se "renueva la verdad de la muerte y la resurrección de Cristo.
"Es lo que haremos con emoción particular esta noche, en la Misa In Cena Domini (de la éltima Cena), cuando firmaré la encíclica de título: Ecclesia de Eucharistia, que he querido dirigir en modo especial a ustedes, queridos sacerdotes, en vez de la tradicional Carta del Jueves Santo", señaló.
Juan Pablo II pidió a los sacerdotes recibir su nueva encíclica como un regalo "especial" en ocasión del vigésimo quinto aniversario de su ministerio "petrino".
"Háganla conocer (la encíclica) a las almas confiadas a sus atenciones pastorales", indicó.
"Que la Virgen María, mujer eucarística, que ha portado en su seno al Verbo encarnado y ha hecho de sí una oferta incesante al Señor, nos guíe a todos a una cada vez más profunda comprensión del inmenso don y misterio que es el sacerdocio", concluyó.
Previamente Juan Pablo II, que lucía en buenas condiciones de salud, dijo que la Misa Crismal tradicionalmente celebrada la mañana de todos los Jueves Santos, representa una introducción al "sagrado Triduo Pascual".