KATMANDU, (Reuters).- Al igual que hace 50 años, Edmund Hillary se paseó por las centenarias callejuelas de Katmandú en un carruaje tirado por caballos, y fue aclamado por miles de nepaleses que abarrotaron las aceras y las escaleras de los templos.
El pequeño reino del Himalaya agasajó así al apicultor neozelandés de 83 años, Sir Edmund Hillary, en el 50 aniversario de la primera ascensión a la cima del Everest, la montaña más alta del mundo, una hazaña que propició un auge del turismo en esta pobre nación.
Con guirnaldas de caléndulas, buganvillas y una bufanda amarilla de predicador budista, Hillary arrancó fuertes ovaciones y aplausos cuando habló en Hanuman Dhoka ("la Puerta del Dios Mono"), mientras una banda tocaba música nupcial y curiosos monos se colgaban de los tejados de los templos.
"La de hoy es una celebración fantástica de la cálida gente de Nepal para los montañistas que han escalado su gran monte Everest", dijo Hillary a una gran multitud que abarrotaba la plaza de 300 años alineada junto a templos hindues y budistas.
Los turistas, armados con cámaras fotográficas, se apiñaban en el estrado y los residentes locales miraban desde techos y balcones. "Estoy aquí para dar la bienvenida a Edmund Hillary", dijo el estudiante de 11 años Ruben Bajracharya, quien estuvo parado en la senda de adoquines por una hora y media sosteniendo un cartel en nepalí e inglés que decía: "Un invitado es como Dios. El es una gran montañista".
Unos 450 montañistas que llegaron a la cumbre están en Nepal por este aniversario, incluyendo a la primera mujer en escalar el Everest, la japonesa Junko Tabei, y el primer hombre que llegó solo a la cima, y sin tubo de oxígeno, Reinhold Messner, quien acompañó a Hillary en el desfile.
Aunque los organizadores están tratando de recrear las celebraciones nacionales que tuvieron lugar en Nepal en 1953, sólo unos años después de que el país fuera abierto al mundo exterior, un elemento crucial no podrá tomar parte de los mismos: Tenzing Norgay, el nepalí que llegó con Hillary a la cima del Everest, a 8.850 metros de altura.
Tenzing murió en 1986, pero su hijo y su nieto, quienes también llegaron a la cumbre del Everest, participaron en los festejos.
También se han perdido los afiches nacionalistas de 1953 que muestran a Tenzing arrastrando a un extenuado Hillary hasta la cumbre. Pero Hillary insiste en que él alcanzó la cima unos metros por delante de Tenzing.
Alto y espigado cuando alcanzó la cima, Hillary está ahora canoso y encorvado, y camina con la ayuda de un bastón.