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Nueva York, EU.- Cientos de miles de personas, como todos los años salieron a las calles de Nueva York para celebrar la noche de Halloween, la más popular en Estados Unidos, en el ya clásico desfile del Village.
Antes de que iniciara el tradicional desfile de disfraces, entre las Spring y la 22 y sobre la Sexta Avenida, en pleno corazón del Village, uno de los barrios más populares de la Gran Manzana, miles de personas se apresuraban a tomar su lugar para no perder detalle.
Durante más de tres horas, los neoyorquinos y turistas acudieron a la cita del que es considerado el desfile “más democrático” de la ciudad, donde gente de todo color y condición se sirve del anonimato que le proporcionan sus máscaras y disfraces para divertirse.
En un ambiente festivo, el desfile del Village se abrió con un grupo de policías montados a caballo y detrás de ellos los primeros disfrazados, entre los que destacaban dos travestis vestidos con minúsculos trajes de sevillanas españolas.
Tras ellos, miles de personas competían en ingenio, trabajado durante todo el año en muchos casos, ataviados con los más variados disfraces: además de los de brujas, vampiros, muertos y superhéroes, triunfaron las enfermeras y esqueletos.
Los más espectaculares fueron, sin duda y por su tamaño, los zancudos y los esqueletos y monstruos articulados llevados por media docena de animadores, con vistosos colores y movimientos, que hicieron disfrutar por igual a pequeños y mayores.
En una ciudad que adora, como pocas, a los perros, tampoco faltaron canes disfrazados, algunos como sus dueños, otros con capas y cara de no entender demasiado lo que sucedía a su alrededor.
Pero también hubo espacio para la denuncia, la ironía y la irreverencia, protagonizada por jóvenes homosexuales vestidos de sacerdotes y recibiendo la bendición del Papa, en alusión a los escándalos de pederastia que han sacudido a la Iglesia de este país.
También desfiló un grupo con caretas de políticos como Bush, Cheney o Rumsfeld, con su rostro estampado en las populares cartas de baraja en la que la Administración estadounidense retrato a los hombres mas buscados de Iraq.
Todo ello animado por una banda sonora de tambores y trompetas, carrozas con música a todo volumen, que abrieron la veda para disfrutar de una de las noches más locas que se viven en esta ciudad y en el resto del país.