Al celebrarse ayer el Día de la Conservación, el representante de la UNESCO en México, Gonzalo Halffter Salas, sostuvo que las reservas de la biosfera de La Michilía y Súchil, a diferencia de las del resto del mundo, surgieron con una esencia de investigación científica básica dirigida a problemas regionales, así como la cooperación de las poblaciones e instituciones locales.
?Una verdadera reserva de la biosfera debe ser más que un área de conservación. Sin perder ese carácter, su acción e influencia deben extenderse regionalmente para contribuir a un uso más racional de los recursos bióticos?, sostuvo al dictar su conferencia titulada ?Las reservas de la biosfera de Mapimí y La Michilía: un análisis retrospectivo de sus primeras etapas?.
Este evento fue organizado por el Instituto de Ecología y las instituciones gubernamentales federal, estatales y municipales relacionadas con el medio ambiente.
La ceremonia de inauguración estuvo encabezada por el secretario de Recursos Naturales y Medio Ambiente del Gobierno del Estado, Francisco Javier Salas García, en un conocido hotel de la localidad; en la jornada de ayer se contempló la participación de los conferencistas Ernesto Enkerlin Hoeflivh, presidente de la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Semarnat) y de Cristino Villarreal Wislar, director de la Reserva de la Biosfera Mapimí, entre otros.
Halffter Salas, en su intervención, señaló que las reservas de la biofera de Durango nacieron en un contexto histórico muy concreto que es el desarrollo y consolidación del Programa MAB de la UNESCO, que inicia actividades en 1971.
?Las reservas se alimentaron de los conceptos que se estaban gestando en el MAB, en especial de la idea entonces novedosa e incluso agresiva de que la utilización y conservación de los recursos naturales deben ser actividades que se integren en una misma estrategia y no en opciones antagónicas?, añadió.
Indicó que, a su vez, la experiencia alimentó en forma espectacular el Programa MAB, especialmente transfiriendo lo que se ha llamado ?modalidad mexicana?, que incluye una serie de propuestas que ahora están integradas en distintos documentos nacionales e internacionales, que son aplicadas en muchas reservas del mundo.
Para el conferencista una manera objetiva de medir la repercusión de un proyecto de investigación es la calidad y cantidad de la producción. En este sentido, explicó que la producción en conjunto de las dos reservas es de 551 publicaciones o similares originados de investigación.