Miles de aficionados del equipo Milán celebran ayer por la noche en las calles de la ciudad del mismo nombre la victoria de su escuadra en la Liga de Campeones de Europa, tras vencer por penalties (3-2) a la Juventus en la ciudad inglesa de Manchester.
Por el contrario, en Turín, sede del equipo juventino, los festejos se suspendieron tras la derrota y los seguidores de la “Vecchia Signora” se retiraron tristes del estadio Delle Alpi desde donde siguieron el partido en maxipantallas.
Los aficionados milanistas se prepararon para una noche de fiesta tras el sufrido encuentro en el que finalmente la escuadra propiedad del primer ministro, Silvio Berlusconi, se coronó campeona de la Liga de Campeones, en la primera final disputada entre dos equipos italianos.
En la capital lombarda las caravanas iniciaron en el estadio Meazza, donde había una maxipantalla, y en la zona del centro histórico, para después extenderse a toda la ciudad.
Miles de aficionados italianos viajaron a Manchester para seguir el histórico partido jugado en el estadio Old Traffold de Manchester.