Agencias
LA PAZ, BOLIVIA.- La ciudad de La Paz quedó aislada ayer, sin comunicación terrestre con el resto del país por los bloqueos de carreteras y desabastecida de combustible debido a la paralización de actividades de la ciudad vecina de El Alto en rechazo a la exportación de gas natural.
El paro de las juntas vecinales en El Alto, que comenzó el miércoles, se agravó el viernes cuando las rutas de esa ciudad fueron cerradas y el comercio paralizado sin que las fuerzas del orden lograran despejarlas, informaron testigos y dirigentes comunales.
Roberto de la Cruz, dirigente sindical en esa ciudad, anunció ayer un “cerco a La Paz” y agregó a las demandas vecinales la renuncia del presidente Gonzalo Sánchez de Lozada, como piden varios grupos sindicales que desde hace 28 días protagonizan protestas en la llamada “guerra del gas”.
La ola de protestas tiene su epicentro en La Paz y El Alto, a unos 15 kilómetros de la capital, pero el resto del país vive una relativa calma. Sin embargo, la situación podría agravarse la próxima semana cuando el bloqueo de carreteras por el altiplano andino, dispuesto el 15 de septiembre por Felipe Quispe, un diputado indígena y líder campesino, sea secundado desde el lunes por similares acciones en el conflictivo Chapare, una zona tropical productora de hojas de coca en la región central de Bolivia.
Razones “estratégicas” impidieron conocer las resoluciones adoptadas por seis federaciones de cocaleros, que representan a unas 35 mil familias campesinas conducidas por el también diputado y ex candidato presidencial indígena Evo Morales.
“A partir del lunes se desarrollarán distintas acciones en El Chapare y las ciudades,” dijo Morales telefónicamente, sin ofrecer detalles de las medidas.
Aumenta la tensión
El panorama pareció complicarse ayer con la explosión de un gasoducto en los suburbios de La Paz, que dañó parcialmente un tubería que abastece a la ciudad de La Paz la madrugada del ayer.
El comandante de la policía de La Paz, Guido Arandía, dijo que personal especializado inició las investigaciones para determinar si se trató de un atentado o una explosión fortuita por fallas técnicas: “En este momento no deseo hacer conjeturas”, señaló.
Vecinos de la zona informaron ayer a medios de prensa que escucharon una gran explosión y especularon que se trató de una carga de dinamita.
El ducto abastece de gas natural a las industrias de esta ciudad. Técnicos de Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) cortaron el suministro para evitar que una fuga de gas provoque un incendio de grandes magnitudes.
Mientras tanto, tropas y unidades blindadas del ejército custodiaban desde el viernes la planta de refinación de hidrocarburos de Zenkata, que abastece de combustibles y gas licuado a los un millón 500 mil habitantes La Paz y El Alto.
Fuentes gubernamentales dijeron que unos 38 camiones cisternas que no podían desplazarse desde esa planta por los bloqueos de rutas serían escoltados militarmente rumbo a las dos ciudades para normalizar los suministros.
El presidente de la Asamblea Permanente de Derechos Humanos (APDHB), Waldo Albarracín, organización que auspicia acercamientos entre las partes, dijo que si se dan las negociaciones no se pondrá en debate “los pedidos de renuncia del presidente Gonzalo Sánchez de Lozada”. “No vamos a manifestarnos en ese tema, no es nuestra atribución”, dijo.
Las protestas han provocado la muerte de siete personas en enfrentamientos entre sindicalistas y fuerzas del orden y han dejado 17 heridos y una veintena de detenidos.