MÉXICO, DF.- La Presidencia de la República decidió remover al embajador de México ante Naciones Unidas, Adolfo Aguilar Zinser, pero hasta el primero de enero de 2004, tiempo en que el país concluye su período ante el Consejo de Seguridad.
En un breve discurso que ofreció ayer por la noche el secretario de Relaciones Exteriores, Luis Ernesto Derbez, indicó que con base en las explicaciones ofrecidas por el embajador, respecto de sus declaraciones hace una semana, y la consulta con el Presidente de la República, se decidió que Aguilar Zinser, a partir del primer minuto del primero de enero, no permanecerá más como representante diplomático de México ante la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
Aguilar Zinser llegó ayer a la cancillería mexicana puntual. A las 8:30 horas comenzó a desayunar con el secretario de Relaciones Exteriores. Una reunión de apenas hora y media.
Sin embargo, nueve horas más tarde se daría a conocer el resultado del encuentro: ?Con base en (las explicaciones) y con conversaciones que sostuve con el Presidente de la República, se ha tomado la decisión de que a partir del primero de enero, una vez concluido el período del Consejo de Seguridad, será separado de su encargo el embajador Aguilar Zinser como embajador en la Representación Permanente de México ante las Naciones Unidas?, informó Derbez en una breve reunión en la que no permitió ningún cuestionamiento.
La semana pasada Adolfo Aguilar Zinser -quien permanece en Nueva York desde enero de 2002- acudió a la Universidad Iberoamericana, en donde ofreció una conferencia magistral en la cual dijo que la relación entre México y Estados Unidos no pasa de ser un ?noviazgo de fin de semana?, además de que la Unión Americana nunca ha visto al país como un socio, sino como ?patio trasero?.
Las declaraciones causaron el enojo del presidente Vicente Fox y del canciller Luis Ernesto Derbez. El embajador Aguilar Zinser fue llamado a consultas.
La negociación sobre la permanencia del embajador en la ONU se tomó desde temprano, sin embargo la forma en que sería anunciado -a través de un boletín- no gustó a Aguilar Zinser, por ello un largo silencio se dio entre el desayuno y el anuncio.