NUEVA YORK, EU.- Apenas unas horas después de que bajase el telón de la temporada regular, ya empezaron a rodar las cabezas de mánagers: Mike Hargrove fue despedido por los Orioles y otro tanto le pasó a Jerry Manuel de los Medias Blancas.
Los despidos del lunes no tomaron por sorpresa a nadie, ya que ambos pilotos estaban en la cuerda floja desde cierto tiempo.
Ninguno pudo cumplir con las expectativas cifradas al inicio de la temporada, particularmente Manuel, cuyos Medias Blancas de Chicago eran candidatos para el título de la División Central de la Liga Americana.
Fue la tercera temporada que Chicago queda fuera de los playoffs, pese a que el equipo se armó como nunca, con los fichajes del lanzador dominicano Bartolo Colón y el intermedialista puertorriqueño Roberto Alomar, este último a mitad de temporada.
Los Medias Blancas lideraban su división por dos juegos el nueve de septiembre, pero se desinflaron en las semanas siguientes y le sirvieron en bandeja el banderín a los Mellizos de Minnesota.
Hargrove, por su parte, pagó los platos rotos por la sexta temporada en fila que los Orioles terminan con una foja negativa.
Hargrove dijo que se reunió con los directivos de la novena, quienes le informaron que habían decidido prescindir de sus servicios.
"Me dijeron que no me iban a renovar el contrato", señaló Hargrove, quien dirigió a los Orioles las últimas cuatro campañas. "Supongo que quieren a un manager con otro estilo".
A diferencia de Hargrove, Manuel sí pudo compilar una marca con más victorias que derrotas: 500-471 en seis temporadas.
Los Medias Blancas ganaron el banderín de la Central en el 2000 y Manuel fue galardonado con el premio al Manager del Año.
Pero Chicago fue barrido por Seattle en los playoffs y desde entonces no vuelven al play off.
"Entiendo cómo funcionan las cosas. Comprendo que esto es un negocio", había declarado Manuel tras el último partido en casa de los Medias Blancas, el miércoles pasado. "No tengo una venda en mis ojos".
A Manuel todavía le quedaba un año más en un contrato por cuatro que firmó en el 2001.
Chicago era considerado el equipo a batir en su división.
El mexicano Esteban Loaiza fue la gran revelación de la rotación. El poder ofensivo era inagotable con gente como Frank Thomas, el venezolano Magglio Ordóñez, el panameño Carlos Lee y Paul Konerko.
Pero los Medias Blancas tuvieron un pésimo arranque, quedaron a ocho juegos y medio de la punta a comienzos de junio, con varias de sus luminarias muy por debajo de su nivel habitual.
Colón, por ejemplo, lanzó la ruta completa nueves veces, pero no fue el mismo pitcher que ganó 20 juegos el año pasado.
Hargrove se va de Baltimore con un magro récord de 275-372, y de un 71-91 este año. Su contrato expiraba al término de la temporada.
Los Orioles no lucían mal con registro de 57-59 el diez de agosto, pero con el canje del pitcher Sidney Ponson a los Gigantes, sumado a las lesiones de varios titulares, se terminaron de esfumar las pretensiones de mejores resultados.
David Seguí, Marty Córdova, B.J. Surhoff y Jerry Hairston, todos titulares al comenzar la campaña, apenas pudieron jugar en un centenar de partidos, lo que conspiró para que Baltimore quedase por sexto año seguido en el cuarto puesto de la División Este de la Americana.
Antes de venir a Baltimore en 1999, Hargrove ganó cinco banderines de división con los Indios y en un par de ocasiones condujo a Cleveland a la Serie Mundial.