Naciones Unidas, 16 ene (EFE).- El presidente de Venezuela, Hugo Chávez, dijo que el referéndum programado para el 2 de febrero es "anticonstitucional" y que si la oposición se espera a agosto está dispuesto a abandonar el poder si se revoca su mandato.
"Estamos a 16 de enero y técnicamente no es posible como quiere la oposición saltándose la barrera constitucional", anotó Chávez.
El Consejo Nacional Electoral (CNE) convocó para el próximo 2 de febrero un referéndum consultivo no vinculante sobre la continuidad de Chávez en la presidencia, tras reclamarlo con su firma cerca de dos millones de venezolanos en noviembre pasado.
El presidente de Venezuela se entrevistó hoy con el secretario general de la ONU, Kofi Annan, con quien habló del establecimiento del "Grupo de amigos" de Venezuela que asesore al país para que resuelva el conflicto político y de la posibilidad de que Annan envíe un representante especial de la ONU.
"El grupo que se ha formado es embrionario y debería ser ampliado con la incorporación de países como Rusia, Francia, así como han mostrado también apoyo China y Argelia, que forma parte de la OPEP (Organización de Países Exportadores de Petróleo)", destacó el presidente venezolano.
Chávez señaló que Annan tiene una lista de posibles enviados especiales, pero no quiso dar más detalles de qué nombres se barajaban.
El gobernante está en Nueva York en una visita "relámpago" para la ceremonia de transferencia de la presidencia del Grupo de los 77 de Venezuela a Marruecos.
La convocatoria de un referéndum consultivo para el 2 de febrero, como pretende la oposición venezolana que mantiene desde hace 46 días una huelga general contra el gobierno, fue el tema principal de la rueda de prensa de Chávez en la sede de la ONU.
Chávez anotó que si él estuviera en la oposición, en lugar de protestar en la calle, estaría recogiendo firmas para poderlas presentar al Consejo Nacional Electoral (CNE) a fin de solicitar un "referéndum revocatorio".
"Si a la mitad de mi mandato, o sea el 19 de agosto, se convoca un referéndum, y si lo pierdo me iré", destacó Chávez, quién reiteró que técnicamente es imposible realizar una consulta electoral el próximo mes.
Recordó que la oposición tiene que recoger dos millones de firmas, es decir un 20 por ciento del electorado, para poder solicitar al CNE un "referéndum revocatorio" como lo establece la Constitución, a mitad de su mandato, que termina en enero de 2007.
Además señaló que una convocatoria a principios del próximo mes representaría revisar la Constitución, lo cual es posible, pero se requiere tiempo.
Chávez dejó claro que las condiciones para la celebración de unos comicios no las establece él sino la Constitución, y se enorgulleció de ser en parte uno de los promotores de que exista la posibilidad de un "referéndum revocatorio".
"Cualquier vía es revisable. Si se quiere revisar la Constitución es factible, pero con el tiempo técnico previsto", destacó.
Chávez calificó la huelga general de "movimiento subversivo", y considera que está incentivada por los sectores que tienen mayor poder económico, que han utilizado "mecanismos del terrorismo" para intentar aplicar su criterio.
"Imponerse a un país de una manera anticonstitucional es un golpe de Estado, aunque no sea militar", indicó.
Chávez rechazó que en Venezuela pueda haber una guerra civil, por las condiciones que existen en el país, y negó que EEUU esté involucrado en este conflicto interno.
"Esto no quiere decir que no haya venezolanos que vivan en el país que están incentivando y financiando las protestas. Pero a EEUU sólo le debemos agradecer la comprensión después del recorte de suministro de gasolina", especificó.
Chávez acusó a los medios de comunicación, en concreto a las cuatro grandes cadenas privadas de televisión de Venezuela, de haber desatado una "guerra sicológica".
"Los venezolanos sufren lo que se llama clínicamente como disociación psicótica, que tienden a culpar a una sola persona de todos los males que les ocurre", explicó.
El mandatario espera que la producción de petróleo, que actualmente es de un casi un 30 por ciento, algo menos de un millón de barriles diarios, se normalice pronto, a pesar del "sabotaje físico y tecnológico" que ha sufrido la estatal Petróleos de Venezuela SA (PVDSA).