13 junio 2003
PRAGA (AP).- Los checos votaron el sábado abrumadoramente a favor de ingresar a la Unión Europea, según los primeros resultados oficiales.
Con un 88% de los votos contados, un 77% de los electores aprobaron la medida, según la Oficina de Estadísticas, encargada del escrutinio. La asistencia a las urnas fue del 55%.
La votación allana el camino para que la ex nación comunista sea parte de la mayor expansión de la historia de la unión, que sumará 10 miembros nuevos a los 15 que ya tiene y se extenderá hacia Europa central y oriental.
"Es una gran victoria para el pueblo checo", dijo el primer ministro Vladimir Spidla, un simpatizante entusiasta de la UE. Muchos checos piensan que ingresar a la UE reportará beneficios económicos a largo plazo, Otros, sin embargo, consideran que el país no está listo para la integración tras haber abandonado hace relativamente poco tiempo el comunismo, en 1989, y separarse de Eslovaquia, en 1993.
Otros temen ser dominados por naciones más grandes, como Alemania y Francia, o que la economía se vea más afectada, que beneficiada, por la enorme burocracia europea, con sede en Bruselas.
Unas 15.000 casillas electorales esperaron desde el viernes a los 8,2 millones de personas con derecho a votar en el país. Las votaciones continuaron hasta las 0600 GMT del sábado, en medio de un clima cálido y bajo cielos soleados, aunque con algunas lluvias aisladas.
Un elector que emitió su voto el sábado en Praga, Jiri Ruzicka, dijo esperar que el ingreso en la UE mejore la economía del país. "Voté a favor, porque las cosas no pueden ponerse peores que ahora", dijo Ruzicka, de 38 años y dueño de una taberna.
El viernes, el primer ministro Vladimir Spidla le pidió a los checos el votar a favor de la unión, señalando que representaría el fin histórico de las divisiones generadas durante la Guerra Fría. "Las oportunidades históricas no regresan", dijo Spidla varias horas después de manifestar que votó por el "sí" en su poblado natal de Jindrichuv Hradec.
Otros dirigentes, sin embargo, han reaccionado con cautela ante la idea, entre ellos el presidente Vaclav Klaus, reconocido como un "euroescéptico", quien duda de los beneficios del ingreso a la UE.
El referendo es el primero realizado en la República Checa y no requiere de un número mínimo de electores participantes para tener validez. Sin embargo, una baja participación o un apoyo a la unión que sea menor al 50 por ciento del total podría dejar sin apoyo a Spidla para emprender las duras reformas necesarias para lograr la membresía y poner en riesgo a su gobierno.