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MÉXICO, DF.- Vicente Fernández, uno de los máximos exponentes de la música mexicana, también actor de teatro, televisión y cine, donde ha desempeñado sobre todo papeles de macho enamorado, festeja el hoy un año más de vida.
Vicente Fernández Gómez, nació en el año de 1940 en Huentitán el alto Jalisco, donde pasó gran parte de su niñez. Aunque no terminó la primaria, desde niño se dedicó al trabajo, primero con su padre, en la ordeña de vacas; también fue albañil, cajero, mesero, lavaplatos, pintor de brocha gorda y caballerango.
"Si no fuera porque sufrí tanto no disfrutaría lo que tengo", dice el charro de Huentitán, quién inició su carrera cuando trabajaba de cajero y gerente en un restaurante de su tío Javier Hernández, con un sueldo de 800 pesos mensuales.
A los 21 años, Chente quiso probar como cantante aficionado en el programa de televisión La Calandria Musical, dándole las gracias a su tío pues creía que en ese programa le pagarían mínimo mil pesos, aunque sólo le dieron 35.
Movido por la misma necesidad económica y sus ganas de cantar, salió a las calles de Guadalajara, al barrio de San Juan de Dios, correteando carros para ver quien quería una serenata y pegado a los mariachis empezó a recibir buenas propinas.
Así trabajó durante dos años, hasta que decidió probar suerte en México, donde conoció al mariachi Amanecer, de Pepe Mendoza, y luego al de José Luis Aguilar.
El 27 de diciembre de 1963, Vicente Fernández se casó en Guadalajara con María del Refugio Abarca Villaseñor, mujer de carácter fuerte y nobles sentimientos que siempre ha apoyado a Vicente y que pronto se convirtió en uno de los pilares más fuertes de su carrera.
En ese entonces, el presentador del Amanecer era Federico Méndez, quien de vez en cuando programaba a Vicente a subir al escenario, donde se escuchaba a través de la XEX radio, que llegaba hasta Guadalajara donde su mamá y su esposa lo escuchaban. Antes del nacimiento de su primer hijo, Vicente Jr., la madre de Vicente, Paula Gómez, murió de cáncer; tras este acontecimiento Chente y su mujer embarazada regresaron a su tierra, donde trabajó de nuevo con su padre Ramón Fernández, ganadero y comerciante, quien quebró y se fue a vivir a Tijuana.
Ahora Vicente tenía la responsabilidad de cuidar a sus hermanas Refugio y Teresa Fernández, y a su esposa e hijo, fue entonces cuando se fue a vivir con sus suegros.
Tiempo después empezó a trabajar en el Teatro Blanquita y un 24 de agosto, antes de salir a cantar, recibió la llamada de su hermana Cuca para anunciarle la muerte de su padre. Ese día le puso mucho sentimiento a las canciones que estaba interpretando.
Vicente tocó muchas puertas y en ninguna le querían abrir pero bien dicen que "cuando es santo de uno son vísperas de otro" y es que a los ocho días de que falleciera Javier Solís le llamó Don Felipe Valdés Leal de la compañía CBS para contratarlo.
En ese tiempo imitaba otros estilos y era comparado con Pedro Infante y Jorge Negrete, pero con la grabación de sus primeros discos fue consolidando su propio estilo.
Doña Cuca, como le dicen cariñosamente, procreó con Chente a "Los Tres Potrillos", Gerardo, Vicente y Alejandro, los dos últimos también dedicados a la música.
En la actualidad, Vicente Fernández es considerado el Rey de México, con su forma de interpretar la música, se nos ha metido en el alma y los corazones de los mexicanos.
En cine ha trabajado en las cintas: El Albañil, El Arracadas, La Coyota, La Ley del Monte, Mi Viejo y No me se Rajar Tacos al Carbón El Tahur El Hijo del Pueblo y El Inocente, entre muchas otras.