AGENCIAS
SANTIAGO DE CHILE.- La primera huelga nacional desde el retorno a la democracia registró ayer una adhesión parcial de los trabajadores y casi total de los estudiantes.
La jornada empezó con dificultades en el transporte público, un ausentismo escolar generalizado y atención hospitalaria sólo de urgencia.
Después del mediodía se registraron fuertes choques entre manifestantes que causaban destrozos y policías que los reprimieron con bombas lacrimógenas y carros lanza-agua.
El paro fue convocado por la Central Unitaria de Trabajadores (CUT), que intenta demostrar su fuerza al gobierno del presidente Ricardo Lagos, el tercer presidente desde que se retornó a la democracia en 1990 luego de la dictadura del general Augusto Pinochet (1973-90).
El llamado a seis marchas en la capital fue acogido por algunos miles de trabajadores, pero la policía dispersó las columnas con gases a causa de infiltrados que lanzaron proyectiles contra los agentes y sus vehículos y contra bienes públicos. Muchos comercios cerraron por temor a mayores desmanes.
“Paro nacional no ha habido. Lo que ha habido es un montón de desórdenes creados por gente que no tiene nada que ver con movimientos de trabajadores”, aseguró el ministro del Interior, José Miguel Insulza.
Miguel Insulza, dijo ayer que la situación en Santiago es prácticamente normal, pues “en el 99 por ciento de la ciudad no está pasando nada. Ha sido una jornada bastante poco exitosa para quienes organizaron el paro”, afirmó Insulza en declaraciones a una radioemisora local.
El presidente de la CUT, Arturo Martínez, no entregó cifras, pero afirmó que “las ciudades del país no están normales”, mientras el ministro del Trabajo, Ricardo Solari, declaró que “la asistencia ha sido bien buena”.
Lagos, durante la entrega de algunas viviendas sociales, expresó su preocupación por el daño a la imagen internacional de Chile.
“Yo no quiero un país donde la imagen que sale en el mundo es la de un disturbio en la calle....no va a salir la señora Ana recibiendo las llaves de su casa” .
El presidente lamentó la realización de este paro nacional, aunque reconoció que “en democracia todos tienen derecho a manifestarse, lo importante es que esa acción se haga con respeto”.
Martínez, socialista como Lagos, afirmó que el gobierno sólo escucha a los empresarios, y dijo que espera que “nos escuche después del paro”.