Suspenso por la guerra
En gringolandia crece como pólvora el rumor que indica que de darse una guerra, se llevaría a cabo las primeras semanas de Abril. Este comentario, poco alienta a los pacifistas, sin embargo para el frívolo mundo de Hollywood, especialmente para los organizadores y productores de los premios Oscar, el chismecillo los llena de esperanzas pues garantiza que realizaran su ceremonia “sin novedad en el frente”. Además de la incertidumbre que se vive, hay otro tema que preocupa a los famosos y es el medio a expresarse libremente. Según cuentan, al igual que en los premios Grammy, para los Oscar también se está pidiendo a los participantes que se abstengan de hacer comentarios sobre el conflicto bélico que se avecina. Muchos, con tal de estar en la fiesta, acataran esta recomendación, pero otros han preferido cancelar su participación. Uno de los que no irá a la entrega, es el galanazo Pierce Brosnan, mejor conocido como el más reciente agente 007. El actor, quien fue invitado para entregar un premio, indicó que no está dispuesto a que le digan que debe o no debe decir, además hizo llegar una carta a la Academia (y a varios medios de comunicación), manifestando su inconformidad. La misiva, entre otras cosas decía que: “En Hollywood hay miedo a expresarse libremente. En Estados Unidos se piensa que todos tenemos que apoyar la guerra y con acciones como las suyas (la petición de que no se hable sobre el tema) se está coartando la libertad de los que opinan en contra. Y es curioso, porque estamos hablando del país de las libertades. Tal vez mi comentario no importe, pero creo que todo el mundo tiene que tener una voz y nadie puede taparla. Y mi voz es por la paz y por el diálogo, no por la guerra”. ¡Qué tal! Cabe destacar que Brosnan, quien por cierto ya está en tratos para filmar la quinta parte del famoso 007, no es el único que se ha quejando por la carencia de libertad de expresión, pero como la tentación de estar en esa ceremonia es mucha, pues la gran mayoría optó por hacerse de la vista gorda.
Chismes de mujeres
Dos bellezas de la pantalla grande (Catherine Zeta Jones, Salma Hayek) y una más de la música (Liza Minelli), últimamente están dando mucho de que hablar. Y no es porque yo sea chismosa, pero fíjense que por ahí se cuenta que la Minnelli y su marido, el productor David Gest, anularon los festejos que tenían previstos para celebrar su primer aniversario de boda, debido a la inseguridad por la inminencia del conflicto en Iraq. En un comunicado, la pareja explicó que teniendo en cuenta la seguridad de los cerca de mil 200 invitados que iban a acudir a la fiesta preparada para el 15 de abril en un hotel de Nueva York, lo mejor era cancelarla. Además, la pareja estima que el momento no es el apropiado para hacer una fiesta en grande, y optaron por estar solitos... De Doña Catherine, se dice que aunque ha confirmado su participación a la ceremonia de los Oscar, (contara con una ambulancia especialmente para ella afuera del trato Kodak, por si caso da a luz esa noche), su médico le aconsejó que desista de esa idea pues en estos momentos necesita mucho reposo. Ante ese consejito, muchos dicen, que sólo estará presente unos momentos, pero yo creo que ya estando en la pachanga hasta del embarazo se olvida. Y finalmente de la también Doña (pero sin anillo), Salma Hayek, anda el rumor de que tuvo una noche de copas y pasión con su novio Edward Norton, en un restaurante japonés, de una exclusiva zona de Los Ángeles. Cuentan, que ya pasada la media noche, el gerente del lugar le anunció a la pareja que ya iban a cerrar, pero Norton habló con él y le dio una generosa propina de 200 dólares (poco más de 2 mil pesos), para que siguiera con sus labores y los dejara en paz unos momentos más, pues al parecer, entre tantos besos y arrumacos, aún no terminaban con su cena. Está por demás decir que el encargado del lugar aceptó el dinerillo y se esfumó de la escena, bueno, no tanto como para no verlos besándose y toqueteándose por todas partes.
Su madre lo acusa de cruel y maquiavélico
Tremendo escándalo ha desatado el libro de la mamá del cantante Miguel Bosé, quien además de decir que su hijo es cruel y maquiavélico, reveló, oscuros capítulos de lo que fue su vida al lado del padre de Bosé, el fallecido torero Luis Miguel Dominguín. Según cuenta Lucía Bosé, en su libro Diva, divina, ella dejó su carrera de actriz para casarse con Dominguín, pero este le pagó mal su sacrificio, pues cuenta que la engañó con Ava Gardner, Lauren Bacall, Rita Hayworth, Brigtte Bardot y hasta con la Doña María Félix. “El torero se casó conmigo porque vio en mí a la madre de sus hijos. Decía que quería cambiar y formar una familia... ¡Mentira!”, afirma. La relación llegó a su fin, cuando la revista Garbo publicó unas fotografías en las que el torero posaba con su prima Mariví Dominguín, con la que tenía un idilio. “Hasta ahí podíamos llegar. Ya había aguantado demasiado” cuenta. Otro dato revelador que tiene a toda la prensa hablando es el que toca el tema de sus hijos. Según Lucía, el papá de Bosé era un hombre cruel y: “Mi hijo Miguel ha heredado esa crueldad, pero más refinada. Es maquiavélico”, comentó. Por su parte, Miguel, Lucía y Paola, los tres hijos que tuvo con “el torero” —tal como ella lo llama—, no han hecho ningún comentario sobre el controversial libro de su madre; y al respecto la señora Bosé dice: “Los hijos siempre esperan que su madre sea una víctima y seguramente pensarán que el personaje del libro es otra. Pero no lo hice para ahondar en resentimiento, sino para recuperar mi dignidad. Con mis memorias seguramente cortaré varias orejas y varios rabos” sentenció. Que tal con la viudita y vaya que esta logrando su propósito.
Nos leemos el próximo lunes y pásenla bien.