Seguidos
por el escándalo
A la pareja Menem-Bolocco, parece seguirla los escándalos. El más reciente, es muy delicado y tiene que ver con el embarazo de la ex Miss Universo. Ahí les va el chisme. Se dice que el médico que realizó la fertilización in vitro, José Balmaceda, es un prófugo de la justicia norteamericana acusado de robar óvulos de sus pacientes. A ese doctorcito lo acusan de fraude científico y el FBI así como la Interpol lo buscan desde hace siete años, pero no pueden capturarlo porque no hay acuerdo de extradición entre Chile y EU. La historia “criminal” de este galeno data del año 1989, cuando él, junto con su entonces compañero, Ricardo Asch (quien por cierto al parecer radica en México) manejaban el Centro para la Salud Reproductiva de la Universidad de California. Según las investigaciones, ambos médicos, extrajeron (sin consentimiento) óvulos de sus pacientes, los fertilizaban y ya convertidos en embriones, los implantaban en otras mujeres, quienes les pagaban grandes sumas por los fetos. Una de las damas a la que le quitaron un óvulo, se dio cuenta de este ilícito y demandó a los doctores y a la institución. Al desatarse el escándalo, que por cierto fue gigantesco ya que resultaron más mujeres afectadas, Balmaceda huyó a Chile y Asch a México. El costo legal y de indemnización que tuvo que pagar la clínica fue de 21 millones de dólares. Cuando la calma volvió, Balmaceda, junto con otros socios fundaron la clínica Las Condes, en Chile, donde se llevó a cabo la fertilización de Cecilia Bolocco. Según nos enteramos, la pareja se sometió a un sofisticado tratamiento de nombre Intra Citoplasmic Sperm Injection, que es especialmente indicada en casos de infertilidad masculina, ya que el infértil resultó ser Carlos Menem. Hasta el momento, Balmaceda, no ha querido hablar de sus problemas con las autoridades norteamericanas y Menem, por su parte, ya anunció que el nacimiento de su hijo será para fin de año y le ruega a Dios que el escándalo se calme, para que no le afecte en las elecciones presidenciales del 27 de abril.
Dicen que no hay boda
Se rumora que la españolita, Penélope Cruz, está pensando seriamente en posponer su boda con el cuerazo Tom Cruise y todo por culpa de la ex mujer de su novio, la guapísima Nicole Kidman. Según el chisme, la Cruz, se enteró (por unos amigos) que Nicole le llamó a Tom la pasada noche de los Oscar, para compartir con él su alegría por haberse ganado la estatuilla a la mejor actriz. La plática, dicen, se extendió de más y abordó otros temas, como el amor que ella aún le tiene y que en él, todavía cosquillea. Cuando el escándalo se desató, Nicole, confesó que ella jamás pensó que Penélope se fuera a molestar por “una simple llamada inocente a su ex pareja”. Para colmo, la Kidman, declaró a una revista que efectivamente, ella aún siente amor por Tom, y que estará con él por el resto de su vida, siempre ahí, pues juntos pasaron 11 años de feliz relación. Ante estas declaraciones y las sospechas que tiene Cruz de que la pareja aún siente una especie de afecto especial por su ex mujer, la chica decidió hacer una pausa en sus planes de boda. Amigos de la Penny, dicen que está muy dolida por esta situación, especialmente porque ella lo ha dado todo para conquistar a su hombre. Entre esos pequeños sacrificios está el convertirse a la cientología, secta a la que pertenece Cruise. Además trata de ganarse el afecto de los hijos adoptivos de éste (Connor e Isabella) y por si fuera poco, no han sido escasas las ocasiones en que ha cancelado sus planes para empacar maletas y pasar con su novio unos días en la casa de la familia de éste, quienes por cierto aún la ven con cierto recelo, pues siguen prefiriendo a la ex. Un panorama nada alentador para una futura esposa, ¿no creen?
Lo sigue al fin
del mundo
Realmente patéticas son las imágenes de Melanie Griffith, que últimamente circulan en revistas y periódicos de Los Ángeles, donde muestran a una mujer sin gota de maquillaje y siempre a lágrima tendida hablando por su celular. Las más recientes le fueron tomadas en un restaurante de Beverly Hills, y realmente son deprimentes. El motivo de sus lágrimas, cuentan, es la ausencia de su amado Antonio Banderas, quien se encuentra en Nueva York, triunfando en el musical Nine. Se dice que Melanie de 45 años extraña terriblemente a su esposo y aunque ella tiene asuntos pendientes en California (su hijo sigue internado en una clínica de rehabilitación cerca de Hollywood) no pierde la oportunidad de viajar para ver a su amado. La situación se ha vuelto tan inestable para la Griffith, que decidió que lo mejor sería buscar trabajo y departamento por aquel estado. Entre las ofertas que tiene, está la de participar en una nueva versión del musical Chicago que se llevará a escena el próximo verano. Esperemos que en Nueva York la pobre Melanie, tenga mejor suerte y ya se deje de andar lloriqueando por los rincones.
¡Hasta la próxima!