15 octubre 2003
Nueva York, (EFE).- Al menos diez personas murieron y otras 38 resultaron heridas en un aparatoso choque del ferry en el que viajaban contra el muelle de Staten Island, en Nueva York.
El accidente ocurrió en torno a las 15.20 horas (19.20 GMT) cuando el ferry "Andrew J. Barberi", que une al bajo Manhattan con Staten Island, chocó fuertemente contra los pilotes de madera del puerto de Sant George, en este condado neoyorquino.
El impacto hizo que las personas que estaban sentadas en el lado inferior derecho de la embarcación salieran despedidas o resultaran golpeadas por las maderas del muelle, que destrozaron esta parte de la embarcación.
Tras el accidente, agentes de la policía y de los bomberos trataron de remolcar la embarcación para poder rescatar a las víctimas, algunas de las cuales cayeron al agua.
Varios testigos indicaron a los medios de comunicación que la embarcación iba a una velocidad superior a la habitual, y que en ningún momento se oyeron por el sistema de megafonía advertencias de que hubiera una situación de emergencia.
También señalaron que algunos heridos sufrieron amputaciones a consecuencia del accidente, y que otros quedaron atrapados entre la estructura afectada del ferry.
El alcalde de Nueva York, Michael Bloomberg, que dio una conferencia de prensa en el lugar del accidente, confirmó que el número de fallecidos ascendía a diez, y que habían 34 heridos, que fueron traslados al Hospital Universitario y al Saint Vicent.
El alcalde no quiso especular sobre las causas del accidente mientras dure la investigación, y avanzó que los dos capitanes que viajaban en la embarcación prestaban declaración ante la policía.
"Es una tragedia terrible, y oraremos por las familias de los que han perdido la vida y de los heridos", dijo Bloomberg, quien no quiso informar de las identidades de los fallecidos.
Insistió en que la investigación seguirá su curso habitual, y que ello incluye la realización rutinaria de análisis de alcohol y drogas a la tripulación de la embarcación.
"Hay poco que sepamos por ahora. No vamos a especular sobre las causas o cómo paso. Había fuertes vientos en la zona y si eso contribuyó o no al accidente, es demasiado pronto para decirlo", indicó.
"No hay indicación alguna de que se trate de otra cosa que un trágico accidente. No hay razón para pensar que sea debido a un factor externo diferente a quizás el viento", señaló.
Dijo que la Junta Nacional de Seguridad en el Transporte se hará cargo de la investigación, en tanto que el departamento de policía y los bomberos examinan los restos del bote.
"El ferry no ha sufrido daños por debajo de la línea de flotación, no se aprecian vías de agua y tampoco ha habido derramamiento de combustible", indicó el alcalde.
El barco, según dijo Bloomberg, transporta habitualmente a unas 1.500 personas y, según se supone por la hora, iba a plena capacidad.
Por el momento, ha quedado suspendido este servicio de transporte gratuito que une Manhattan con Staten Island desde 1905, y que mueve diariamente a unas 70.000 personas, aunque podría reanudarse mañana.
Las autoridades han puesto a disposición de los usuarios del ferry un servicio de trenes y autobuses, así como un dispositivo de atención para las familias de los heridos o fallecidos.
El barco que sufrió el accidente entró en servicio en 1981, tiene capacidad para transportar hasta 6.000 personas, y cuenta con una potencia de 7.000 caballos.
Además, hay otras tres embarcaciones que realizan cada día un total de 104 trayectos diarios, de unos 25 minutos de duración cada uno.