REHOVOT, Israel.- El actor Christopher Reeve dijo ayer que tiene muchas posibilidades de volver a caminar, siempre y cuando “la política y la religión” no interfieran con la investigación científica.
La estrella de las películas de Superman, que ha quedado paralizada desde que sufrió un accidente ecuestre en 1995, se encuentra en una visita de cinco días a Israel para examinar los progresos registrados aquí en el tratamiento de las lesiones de la médula espinal.
En una conversación con periodistas en el Instituto Weizman de Ciencia en la localidad de Rehovot, cerca de Tel Aviv, Reeve dijo que el progreso en las investigaciones requería la colaboración internacional, pero estaba frenado por las disputas sobre los derechos de propiedad intelectual y las diversas regulaciones sobre las células troncales.
Israel está a la cabeza en el tratamiento de lesiones espinales y en las investigaciones sobre células troncales, pero estas últimas están limitadas en otros países debido a que la obtención de tales células involucra la destrucción de un embrión humano.
“Tengo la esperanza de que ni la política ni la religión interfieran con el progreso (de las investigaciones) para encontrar una cura”, dijo Reeve.
“Si esos problemas se resuelven, yo tengo muchas posibilidades de volver a caminar”, añadió.
Visita a parapléjico israelí
Cuando un atentado suicida con bomba, perpetrado por palestinos en un mercado de Israel, dejó a Elad Wassa paralítico de la cintura para abajo, decidió escribir a Superman.
Christopher Reeve, el actor estadounidense que interpretó a Superman, el héroe de la historieta en la película de 1978 y sus cuatro secuencias antes que un accidente de equitación en 1995 le destrozara la médula espinal, dijo que se sintió tan conmovido por la carta del joven israelí que decidió visitarlo.
“Eres mi héroe”, dijo ayer el inmigrante etíope, de 25 años, ahora parapléjico, a el famoso actor Christopher Reeve mientras ambos conversaban desde sus sillas de ruedas en el Instituto de Ciencias Weizmann, en el centro de Israel.
Reeve, hablando en intervalos breves para coordinar con su respiración asistida, dijo: “(Wassa) es un joven que ha sido víctima de la violencia indiscriminada en este país que ha visto tanta violencia. No fue difícil tomar la decisión de venir”.
Wassa trabajaba como vendedor de hortalizas en un mercado al aire libre en la ciudad de costera de Netanya en mayo de 2002 cuando un suicida se inmoló, matando a tres personas. Pequeños fragmentos metálicos dispersos por la explosión de la bomba le perforaron la médula espinal y quedó confinado desde entonces a una silla de ruedas.
Como Reeve, Wassa se está sometiendo a intensas sesiones de fisioterapia y afirma que volverá a caminar.