Director: Carlos Sama
Actores: Juan Manuel Bernal, Cecilia Suárez, José María Yázpik, Mariana Gajá
Género: Comedia
Clasificación:B
Duración: 112 min
País de Origen: México
Idioma: Español
Año: 2003
Sitio Oficial: http://www.bmd.com.mx/sinton/default.html
En 2 Palabras: Propositiva y Divertida
Calificación: ***1/2
Mínimo * Máximo*****
La nueva producción mexicana Sin Ton Ni Sonia, presenta un experimento fílmico interesante y diferente a lo que se venia haciendo en nuestro país, esta cinta fue presentada con gran éxito en la XVIII Muestra de Cine en Guadalajara e inclusive recibió el premio del público. La ópera prima del director de comerciales, Carlos Sama, es una comedia que trata de todo y de nada, una mezcla bizarra de humor negro y trhiller que nos presenta una simpática crítica de nuestro país.
La historia, que podríamos decir se basa en las relaciones amorosas, nos presenta a dos parejas (un poco como la premisa de Sexo Pudor y Lagrimas, Antonio Serrano, 1999): una compuesta por Orlando (Juan Manuel Bernal), un neurótico director de doblaje y Sonia (Mariana Gajá), una mujer "espiritual" en búsqueda de la paz interior; y la otra por Mauricio (José María Yázpik), un hacker ermitaño y René (Cecilia Suárez), una hermosa mujer "postmoderna”. Este par de parejas, al igual que todo el mundo, sufren los conflictos que genera el amor y la costumbre en cualquier unión, aunque llevadas un poco al extremo.
Lo interesante en esta película viene por que podemos observar una historia paralela, que se antoja ajena y muy distante al relato original, pero que al final de cuentas termina uniéndose y formando parte de la historia. Dicha historia nos refiere a la búsqueda de una asesina en serie que ha llegado a la ciudad de México perseguida desde Estados Unidos por un par de policías. A esta persecución se unen un policía mexicano y un vidente que resaltan un tanto nuestra idiosincrasia y la rápida resolución de los problemas que nos aquejan.
Visualmente es una de las cintas mexicanas más innovadoras de los últimos años, sus escenarios, los movimientos de cámaras, las secuencias, las tomas y los recursos técnicos que se emplearon hacen de esta película mexicana una innovación más a nuestra industria. Además de que las actuaciones logradas por Juan Manuel Bernal, Mariana Gajá, Cecilia Suárez y José María Yázpik logran convencer y divertir al espectador, logrando así un muy buen casting, otro aspecto a resaltar es la música que en ciertas partes de la historia nos recuerda un poco la música Tarntinesca de Tiempos Violentos(Quentin Trantino, 1994) dándole frescura y originalidad a las escenas.
La historia nos permite indagar, analizar y reflexionar sobre las oportunidades que nos da la vida en el amor y en nuestras actividades diarias, nos permite observar un poco de la idiosincrasia tan surrealista que se vive diario a diario en nuestro país, los personajes extranjeros delimitan las diferencias de cultura y pensamientos que nos hacen tan diferentes a cualquier otra persona venida de fuera.
Absolutamente recomendable si gustan de la comedia ligera y el humor “negro”, la cinta en general es bien lograda y la calidad es suficiente para garantizar un buen ingreso en taquilla, lo malo es que es “original” solo en nuestro país y por que una película de esta manufactura difícilmente se hacía en México, pero no es muy diferente a otra cintas que han manejado el caos y las historias paralelas de maneras mejor logradas y primero que ésta; para ejemplos esta Juegos y Trampas (Guy Ritchie, 1999), Snatch (Guy Ritchie, 2001), Viviendo sin Limites (Doug Liman, 1999) y la obra maestra de este tipo de géneros: Tiempos Violentos de la cual se plagiaron descaradamente el inicio de la cinta, tanto en la primera escena como en los créditos, sin mencionar que hay cierta música muy parecida a la que aquí salía.
Omitiendo el que no es del todo original su manufactura y el que por momentos el film caiga en un bache en el que la nada se vuelve un todo, es una buena opción, y sobre todo demuestra que en México hay talento ya que Carlos Sama, su director, se mostró como un buen visionario y muy experimental, aspectos que le hacen mucha falta al cine mexicano.
En conclusión Sin Ton Ni Sonia es una propuesta divertida que hará pasar un rato cómico a los espectadores con escenarios llenos de color, problemáticas muy realistas, personalidades muy distintas y sobre todo, una historia muy original. El todo y la nada se ven conjugados de manera muy extrema en una crítica social que bien nos puede enfrentar a los problemas emocionales de nuestras relaciones.