Reuters
LA PAZ, BOLIVIA.- Unas 350 personas atrapadas desde hace nueve días por bloqueos campesinos de carreteras en una zona del altiplano andino de Bolivia clamaron ayer por su rescate.
“Por favor, que alguien venga a socorrernos (...) estamos sin alimentos y con niños y ancianos enfermos,” rogó por teléfono a una cadena televisiva uno de los perjudicados, identificado como Humberto Rivera.
El turista dijo que unas 350 personas, entre ellos muchas mujeres y niños, permanecen desde el 14 de septiembre en el poblado de Luquisani, al que llegaron en un peregrinaje como devotos del “Señor de la Exaltación,” cuya fiesta se celebra en esa fecha.
“Cuando quisimos regresar a La Paz nos enteramos que el camino estaba bloqueado por campesinos que no permiten el paso de ningún vehículo,” explicó.
La localidad de Luquisani está ubicada a unos 200 kilómetros al noreste de La Paz, pero un viaje por su única y tortuosa vía de tierra demora unas 12 horas.
Rivera dijo que las familias forzadas a permanecer en ese poblado “no tienen qué comer (..) las pocas tiendas (comercios) que hay quedaron desabastecidas de alimentos,” agregó.
El informante dijo que, entre los peregrinos atrapados en Luquisani, figuraban “algunos extranjeros,” pero no ofreció otros detalles.
La agencia informativa gubernamental ABI dijo que el viceministro de Régimen Interior, José Luis Harb, sostuvo que el gobierno esperaba el desenlace de gestiones de organismos de derechos humanos para definir la participación oficial en el caso.
“Si no funciona el diálogo y la concertación, se tomarán las medidas que correspondan,” afirmó el funcionario
El gobierno del presidente Gonzalo Sánchez de Lozada ordenó el sábado una operación militar-policial para el rescate de 800 turistas, 40 de ellos extranjeros, mantenidos durante una semana como rehenes en la localidad de Sorata, en la misma región bloqueada por protestas de campesinos.
Siete personas murieron -cinco indígenas y dos soldados- en los enfrentamientos que se produjeron con el rescate. Según el gobierno, las muertes fueron consecuencia de una emboscada tendida por francotiradores al convoy de vehículos.
Pero organizaciones indígenas denunciaron que la “brutal masacre” siguió al violento desbloqueo de la carretera y a la toma por asalto de la población de Warisata, a 35 kilómetros de Sorata, por donde pasaba la caravana rumbo a La Paz.