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Clandestinos dominan la noche

Por Luis Alberto Morales Cortés

Las autoridades habían prometido resultados en 30 días

Torreón, Coah.- El plazo terminó y no hay resultados contundentes. El alcalde, Guillermo Anaya Llamas, aseguró a principios de mayo que atacaría a los clandestinos. Después de tres meses, la lucha parece perdida. Los más conocidos vendedores ilegales operan tranquilos. A pesar de los horarios restringidos, se consigue alcohol en Torreón a cualquier hora de la noche.

El miércoles siete de mayo, Guillermo Anaya afirmó: “La lucha frontal que hoy se inicia contra los vendedores clandestinos de bebidas embriagantes, tendrá resultados concretos a más tardar en 30 días”. El tiempo pasa y los infractores de la Ley seca venden tranquilamente, cualquier día de la semana, incluso los domingos.

La situación se agrava, el viernes 16 de mayo, el Alcalde anunció el inicio de los operativos contra los clandestinos, “Ya están perfectamente bien ubicados”, dijo. Sin embargo, los puntos de venta de abolengo y más concurridos operan todas las noches.

El alcalde, Guillermo Anaya Llamas, reconoció el lunes 11 de agosto que la Ley seca es simulada. El director de Seguridad Pública, Javier Gutiérrez Pesquera, dice que el reglamento de Alcoholes es obsoleto. Representantes de diferentes sectores de la sociedad proponen la derogación o modificación de horarios, también se suman algunos regidores a la medida.

El 17 de mayo del presente, el Presidente Municipal inició una campaña anticorrupción y operativos contra clandestinos previamente ubicados; sólo los primeros días se informó de decomisos y detenciones. El tiempo pasa, la lucha se pierde; el primero de agosto surge una alternativa: La consulta pública.

“El Alcalde tiene la facultad para proponer la derogación de la Ley seca, nosotros ya planteamos seis ponencias con propuestas para modificar el horario y seguimos esperando respuesta”, dice Salvador Zúñiga Velázquez, presidente de la Unión de Comerciantes en Vinos, Licores y Similares de Torreón.

El representante de la citada organización social parte de una hipótesis. La Ley seca crea a los clandestinos, éstos a su vez generan corrupción policíaca y la eventual modificación a los horarios elimina los problemas.

Anaya Llamas dice que para desaparecer la Ley seca hay que buscar la homologación de horarios. Salvador Zúñiga señala al respecto: “Gómez Palacio liberó los horarios y no se detuvo a preguntar a nadie, para eso los Municipios cuentan con autonomía”.

Las propuestas

Sobre el clandestinaje, el presidente de la Unión de Comerciantes señala que la autoridad ya comprobó que no puede aplicar al parejo la Ley seca, agrega que de no haber modificaciones, “a los establecidos nos van a orillar a ser clandestinos”.

La propuesta de los vinateros es clara: Apertura a las 8:00 horas y cierre a las 3:00 horas de lunes a sábado, el domingo varía el horario de apertura pero el cierre sería entre las 17 y 19 horas. “En diciembre abrimos todos los domingos y no se presentan problemas”, dice Zúñiga Velázquez.

Para reforzar su propuesta sobre la venta a temprana hora, el presidente de la Unión señala: “Cómo es posible que una miscelánea pueda vender cerveza desde que abre la tienda en la mañana y la cantina, creada para el consumo de alcohol, lo haga hasta el mediodía”.

El interés por derogar la Ley seca es compartido y se suma José Luis Flores Juárez, ex presidente de la Cámara Nacional de la Industria Restaurantera (Canirac), quien sostiene que la citada Ley sólo genera corrupción, clandestinaje, anarquía en el reglamento de alcoholes y daños económicos a los establecidos.

Por su parte, Víctor Alducin, presidente de Desarrollo de La Laguna, refuerza la versión sobre la lucha perdida contra el clandestinaje, pide dejar atrás la simulación y sigue en espera de la respuesta sobre el supuesto apoyo que brindarían las cervecerías contra los clandestinos.

Darío Jiménez Berumen, titular de la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción, fue el primero en proponer la consulta pública para su eventual derogación, limitando los excesos y aplicando una verdadera regulación. Su principal inquietud es contra el clandestinaje.

Señalan deficiencias

La regidora, Raquel Aguilar Aguilar, denunció el 20 de abril del presente, actos de corrupción policíaca encaminados a proteger a clandestinos en el medio rural. El señalamiento tuvo eco. Después se manifestó a favor de que desaparezca la Ley seca y habló de la carencia de recursos humanos y materiales en Control Reglamentario.

Esperanza Rodríguez Lomas, regidora integrante de la Comisión de Alcoholes, se mostró preocupada por la tolerancia de Control Reglamentario para los infractores del Reglamento, mismo que a su parecer debe ser modificado, pero sigue en espera del dictamen de la Contraloría municipal para la depuración real del mismo.

A partir de los señalamientos, durante la segunda quincena de mayo, el clandestinaje entró en boga, durante junio el tema estuvo en “receso” y durante julio volvió a aparecer. En este tiempo, diferentes actores manifestaron sus puntos de vista, mismos que hoy se retoman.

Luchan contra su sombra

Acciones contra el clandestinaje, nuevas estrategias, coordinación con corporaciones, ceses fulminantes, incentivos para agentes delatores, denuncias contra cervecerías y visitas sorpresivas a misceláneas, fueron los buenos propósitos de Guillermo Anaya enlistados el 14 de mayo de 2003.

Una semana antes, Alfonso Tafoya Aguilar, secretario del Ayuntamiento, dijo que no habría modificaciones al reglamento de alcoholes. “Vamos a abatir con operativos”. Pero primero se debería detectar a los “soplones” de las dependencias que eran amigos de los clandestinos.

Luis Manuel Acuña Cepeda, titular de Control Reglamentario, evade su responsabilidad con justificaciones dadas el 15 de mayo y el 30 de julio: Pocas unidades; pocos inspectores; nadie comprueba la venta de protección; que Gómez Palacio rechaza la homologación.

Por su parte, la Policía Preventiva del Estado, a cargo de Rafael Sayavedra Romero, sólo habla de buenos resultados, después de ser señalados como los principales precursores de los actos de corrupción en el medio rural. Desde el 18 de mayo no se informa sobre más “buenos resultados”.

La desesperación por no poder contra los clandestinos es manifestada por Javier Gutiérrez Pesquera, titular de Seguridad Pública Municipal, sus propuestas no son tomadas en cuenta, a pesar de ser una autoridad.

La cancelación de permisos, el retiro de licencias (con flexibilidad), las limitantes que pone el Reglamento de Alcoholes y la idea de que los clandestinos nunca van a desaparecer mientras existan consumidores, son los problemas que enfrenta el jefe policíaco.

Gutiérrez Pesquera está a favor de la modificación de la Ley seca como factor que desaparezca a los clandestinos. A los más críticos en su trabajo les responde: “Necesitamos una sociedad más participativa”.

Son precisamente algunos sectores de la sociedad los que apoyan la derogación de la Ley seca, cada uno expone sus inquietudes, la autoridad escucha y parece que va actuar con una consulta pública.

Mientras tanto, los clandestinos hoy siguen ganando, después de las 21:00 horas están vendiendo, los lugares son muy concurridos, hasta la policía los “visita”.

Principales violaciones

Los inspectores de Control Reglamentario levantan entre 20 y 30 actas

por semana y entre las infracciones que con mayor frecuencia se cometen al reglamento de alcoholes están:

* Venta fuera de horario.

* Presencia de mujeres sin control sanitario

en establecimientos cerrados.

* Venta a menores.

* Carecen de licencia.

FUENTE: Dirección de Reglamentación, Inspección y Verificación Municipal

Gustos caros

Muy redituables son las ganancias que los clandestinos obtienen con la venta de cerveza, tanto en cartones de media como de caguama, pues los precios están por encima de los que se tienen en negocios establecidos y autorizados.

Producto Precio normal Precio clandestino

Cartón de media $ 99.00 $130.00 (6.50 pesos cada una).

Cartón de caguama $150.00 $228.00 (19 pesos cada una).

Más importe de no llevar envase.

* El precio puede variar uno o dos pesos entre los negocios ilícitos, pero se señala el promedio.

FUENTE: Investigación de El Siglo de Torreón

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