22 agosto 2003
Naciones Unidas, (EFE).- El secretario general de la ONU, Kofi Annan, destacó hoy que para que la nueva resolución satisfaga a todos los miembros del Consejo del Seguridad será necesario que las fuerzas de la coalición compartan con otros gobiernos decisiones y responsabilidades.
Annan, que se reunió hoy con el ministro de Exteriores británico, Jack Straw, reiteró que no se enviarán cascos azules a Iraq, debido a que no tienen la capacidad para realizar trabajos de seguridad. Pero, agregó, que no se excluye que el Consejo de Seguridad decida transformar las operaciones en Iraq en una fuerza internacional bajo el mandato de la ONU.
"Por su puesto, implicará que las fuerzas de la coalición compartan las decisiones y la responsabilidad con otros gobiernos. Si no lo hacen, será difícil que esta segunda resolución satisfaga a todos los miembros del Consejo de Seguridad", anotó Annan tras su entrevista con Straw.
Annan destacó que pese a que puede ejercer su influencia en el Consejo de Seguridad, son los propios miembros de este órgano ejecutivo quienes deben decidir cómo reforzar el mandato de la ONU.
En este sentido, señaló que había dado algunas sugerencias a Straw, así como al secretario de Estado estadounidense, Colin Powell, con quien se reunió el jueves, sobre qué otras actividades podría realizar la organización internacional.
"En el último informe sobre Iraq ya indiqué qué podíamos hacer más, a parte de las tareas que estamos realizando centradas en el aspecto humanitario. Este documento podría proporcionar las bases para esta segunda resolución", señaló.
En el informe, Annan mencionó una veintena de tareas que podría asumir la ONU, dada su experiencia en otras zonas de conflicto, relacionadas con el proceso político para el establecimiento de un gobierno representativo, la creación de un sistema judicial, la desmovilización de combatientes, así como labores relacionadas con la reconstrucción de la economía y las finanzas.
Annan mostró su optimismo de que se llegará a un consenso en el redactado de la nueva resolución, aunque señaló que el proceso supondría muchas discusiones y negociaciones a puertas cerradas.
"Hay un sentimiento de consenso en el Consejo de que se debe internacionalizar más el proceso y para ello se debe ampliar el papel de la ONU, que les permitiría participar en operaciones sobre el terreno tanto en el campo económico y político de la reconstrucción, así como en los aspectos de seguridad", puntualizó.
Por su parte, el ministro de Exteriores británico, que también habló con los periodistas, señaló que la propuesta de otra resolución, que conceda un mayor poder de la ONU, no significa una "renuncia" a las responsabilidades de la Coalición.
"Buscamos reforzar el trabajo de la Autoridad Provisional de la Coalición y del Consejo de gobierno iraquí, y a la misma vez, mejorar y fortalecer la autoridad de las Naciones Unidas", declaró Straw. El jefe de la diplomacia británica, sin embargo, evitó ser más específico y definir qué papel que podría asumir la ONU bajo la nueva resolución.
"No quiero ser más específico, porque todavía estamos en consultas informales y privadas con los otros miembros del Consejo de Seguridad. Pero nuestro planteamiento es que sean ellos quiénes también nos digan qué tienen en mente, ya que no queremos imponer nada", indicó.
Straw afirmó que aunque la comunidad internacional estaba dividida durante la preparación de la intervención militar en Iraq el pasado abril, ahora tiene un interés común en la estabilización y el futuro del país, así como en la lucha contra el terrorismo.