Un formidable escándalo sacude en la India a Coca Cola y Pepsi, los dos gigantes mundiales de las aguas y los refrescos. Los dos rivales incansables, pero inevitables iconos de una “cultura”, se enfrenten al dictamen de un prestigiado laboratorio independiente que revela que doce bebidas embotelladas por Coca Cola y Pepsi contienen pesticidas muy por encima de los porcentajes tolerados en Europa. Mirinda, por ejemplo, contiene 70 veces más de lo aceptable, Coca Cola 45 veces y Pepsi 37.
Aunque estos datos, basados en pruebas certificadas de campo, realizadas por el prestigiado Centro Científico y del Medio Ambiente (CSE), institución privada independiente, ya les había comunicado sus resultados hace doce meses, pero nada habían hecho las empresas en cuestión para corregir las graves anomalías.
En el ambiente fuertemente nacionalista de la India, la acusación a los dos gigantes norteamericanos domina las primeras planas de todos los diarios y ha detonado sonoras repercusiones. Fácilmente politizable, la denuncia provocó furor en el Parlamento que de inmediato suspendió las ventas de las bebidas embotelladas en sus oficinas y ordenó una investigación a escala nacional.
Los ayuntamientos recogen muestras en los expendios populares. Kólcata, por ejemplo cancelará permisos de operación a las plantas embotelladoras si se confirman los análisis publicados. Varias universidades como la de Madrás, prohibieron la venta de los refrescos en sus planteles.
Los muestreos que continuarán para confirmar o rechazar los análisis del laboratorio CSE, afectan una venta anual de más de 65,000 millones de botellas de aguas y refrescos bajo 12 marcas manejadas por las dos empresas multinacionales mencionadas. Las dos refresqueras niegan la validez del informe y amenazan con demandar al laboratorio por difamación.
El asunto deja al descubierto una palpable ironía. La creciente popularidad de las bebidas embotelladas, incluyendo las aguas “purificadas” agresivamente promovidas por las dos gigantes norteamericanas, descansa en que los refrescos embotellados son presentados como la respuesta salvadora al agua contaminada tan común en el país y que requiere ser hervida antes de tomarse. Así, las bebidas tradicionales de la India a base de frutas, lácteos y especias van perdiendo terreno.
Ahora el público se entera de que los refrescos no sólo son más caros que los productos naturales de toda la vida, sino contienen pesticidas como malatión, lindano, DDT y clorofosfóricos. Las consecuencias pueden ser daños a los sistemas respiratorio y reproductivo, defectos de nacimiento, desajustes inmunológicos o muerte lenta por cáncer.
No es la primera vez que los refrescos se encuentran bajo la recelosa mira de la opinión pública india. Hace unos meses una importante embotelladora fue acusada de desviar sin permiso aguas, nada menos que del sagrado Río Ganges, en deterioro de áreas agrícolas.
Independientemente de que el asunto tendrá otras resonancias para las autoridades cuando aprecien que el agua, que constituye el 90% de las bebidas comercializadas, proviene de ríos o de aguas freáticas altamente contaminadas, el desprestigio de las refresqueras por su criminal descuido que se ha hecho público, ya provoca una drástica caída en sus ventas. Una negligencia menos grave le costó a Mc Donald´s de la India una multa de diez millones de dólares y dar una pública disculpa, por vender comida “vegetariana” que contenía carne.
Nueva Delhi,
agosto de 2003
jfaesler@yahoo.com