Tres veces se ha enfrentado México a Brasil en una final, y existen tres coincidencias asociadas al hecho: el equipo tricolor ha ganado las tres, ha enfrentado al equipo Sub-23 de los sudamericanos y dos jugadores, Oswaldo Sánchez y Salvador Carmona, participaron en los tres partidos.
Sánchez y Carmona forman parte de la selección mayor desde 1996, cuando cumplieron el castigo que, junto a otros jugadores como Cuauhtémoc Blanco, se les aplicó por negarse a viajar al torneo Esperanzas de Toulon, en 1995.
La primera final ganada fue de la Copa de Oro que se celebró en Los Ángeles en 1996. México terminó ganando ese partido por 2-0 y con doble mérito, pues aunque los goles los consiguió el veterano Luis García, la base del equipo mexicano era Sub-23 y participó en los Juegos Olímpicos de ese mismo año en Atlanta. Ese equipo era dirigido por Bora Milutinovic.
La segunda ocasión tuvo lugar en la Final de la Copa Confederaciones de 1999, que tuvo como sede el Estadio Azteca. México venció a los brasileño por 4-3 en un partido muy intenso, en el que los jugadores mexicanos no permitieron que los avasallara un equipo muy dotado técnicamente pese a que era también Sub-23.
En ese conjunto brasileño participó el ahora astro del Barcelona, Ronaldinho Gaucho. A México lo dirigía Manuel Lapuente.
La tercera final ganada por México es la que se jugó ayer en el estadio Azteca, y en la que Oswaldo y Carmona tuvieron un papel protagónico, como figuras indiscutibles de la selección ahora bajo el mando de Ricardo La Volpe.