Cuando se habla de bebés inicialmente podemos pensar que sólo debemos acudir al odontólogo cuando se presente algún problema en su boca, y nunca si está en buenas condiciones de salud.
Debemos saber que se puede realizar atención odontológica en el bebé un tratamiento preventivo precoz reduce en un 90% la necesidad de un tratamiento curativo a futuro, y la limpieza después de la erupción de los primeros dientes puede evitar caries u otras enfermedades.
Además de los cuidados médicos, la atención odontológica debe formar parte de la salud del bebé.
La prevención siempre será la mejor forma de tratamiento. Desde que aparece el primer diente en la boca del bebé, se puede presentar alguna lesión y en un tiempo relativamente corto convertirse en caries. Esto originado principalmente por exceso del biberón o simplemente falta de limpieza en los dientes del bebé.
La salud bucal de los bebés, está en relación directa con el grado de información de los padres y la prevención de la caries en bebés inicia educándolos a ellos, ya que por lo regular no tienen acceso del biberón o simplemente falta de limpieza en los dientes del bebé.
Una vez sensibilizados los padres de las necesidades odontológicas de sus hijos, entenderán y aprenderán cómo controlarlas, además de aplicar las medidas preventivas que deberán usar en casa diariamente en sus niños.
Los nuevos padres están en una fase ideal, para el establecimiento de buenos hábitos ya que ellos se muestran psicológicamente receptivos en adquirir nuevos conocimientos y cambiar patrones que tendrán influencia en la salud de su bebé.
La primera visita al odontólogo debe ser a los 6 meses de edad, ya que en el primer año de vida del bebé, existen varios hábitos inadecuados como son la ausencia de procedimientos de higiene bucal, la alimentación nocturna y el uso excesivo de chupón y biberón.
Una atención precoz educativa son más eficaces, y presentan mejores resultados cuando son iniciados en el primer año de vida, por lo tanto una visita temprana además de establecer una relación amigable enseña los cuidados para la salud bucal tanto de los padres como del bebé y marca los fundamentos para una buena higiene bucal para siempre.
Antes de cualquier atención al bebé, es importante que los padres reciban información sobre: Salud, caries, orientación sobre un programa de prevención, concientización sobre la importancia de la higiene bucal, importancia de los dientes, alimentación materna, hábitos inadecuados-chupón y biberón, control de caries y uso racional de azúcar.
La amamantación es conocida por su valor para el desarrollo y crecimiento del bebé, principalmente en los primeros 6 meses de vida. Además, de complemento nutritivo, es responsable para el desarrollo de su inmunidad, a partir de esta edad será introducida alimentación complementaria, de tal manera que a los 12 meses de edad, la alimentación de pecho sea retirada totalmente.
Hay una gran relación con la presencia de caries en bebés, con el uso del biberón principalmente en la noche, ya que cuando el niño duerme disminuye el flujo salival, haciendo que la leche o jugo, quede retenido en la cavidad bucal en contacto con sus dientes, así pues es importante empezar por restringir los horarios de alimentación y tener cuidado de lavar los dientes y disminuir el uso de azúcares.
El retiro del biberón debe ser gradual, y depende de la maduración y habilidad física del niño, debe comenzar a los 9 meses y finalizar después del primer año de vida.
El uso del biberón no es simplemente un problema de comportamiento, es un problema relacionado con el comportamiento con el estilo de vida.
La dieta es determinada por los padres durante los primeros años de vida siendo que la frecuencia del consumo de azúcares aumenta con la edad del niño, es importante destacar que la práctica de una buena higiene bucal en la prevención de caries, es más efectiva que una buena práctica de hábitos dietéticos.
La limpieza debe empezar a la aparición de los primeros dientes, con una gasa o bien con una punta de pañal, enrollada en un dedo, ligeramente mojada en agua hervida o suero fisiológico, siempre después de amamantar o de cada comida, de preferencia por la noche antes de dormir, y a partir de la aparición de la primera muela, debemos efectuar la limpieza con un cepillo dental.
No sean ustedes de los padres que no le dan importancia a la salud bucal de sus hijos. Y que sólo acuden con el odontólogo cuando el niño no los dejó dormir por un dolor en su boca, recuerde que todo esto puede ser evitado.
La atención precoz a bebés es una necesidad, y es fácil de realizar.
La intención de esta filosofía es crear hábitos saludables, en vez de modificar hábitos inadecuados.