Primera parte
La alimentación es la serie de actos que tiene que ver con la adquisición de nutrimentos (carbohidratos, proteínas, grasas vitaminas y minerales) por el organismo, generalmente mediante la ingestión de alimentos.
Para poder llegar a comprender, el tipo de alimentación de nuestro país, nos remontaremos a la alimentación del México prehispánico.
En la gran Tenochtitlán se comerciaba con alimentos típicos en los mercados, tanto para consumo interno como para la realización de comercio con otros pueblos. Las poblaciones cercanas, proveían alimentos a la gran ciudad, facilitando así la elaboración de exquisitos manjares preparados a base de nopal, camote, chayote, chile, frijol, calabaza, capulines, tejocotes, piñones, y ciruelas entre otros. Estos guisos eran acompañados y aderezados con hierbas olorosas, como los quelites, las verdolagas, el xoconostle, el achiote, el jitomate, la vainilla y el cacao, este último considerado como una de las bebidas consumidas principalmente por los nobles, además de ser utilizado como moneda. Entre los alimentos con alto contenido de proteínas, se encontraba la carne de guajolote, venado, jabalí, conejo, iguana, tortuga, pato, faisán, perdiz, así como el xoloescuincle, que era un tipo de perro carente de pelo. También incluían en su alimentación, algunas especies marinas y de agua dulce como los peces, ostiones, jaibas, cangrejos y pulpos. Contaban con algunos platillos delicados o exóticos, como los escamotes y gusanos de maguey, todo esto acompañado de agua de chía, pulque o chocolate.
En la alimentación prehispánica, no había mucha diferencia entre las comidas cotidianas y las ceremoniales, ya que sus diferencias radicaban solamente en la forma de elaboración. Cuando los conquistadores españoles se adentraron en el territorio mexicano, el mestizaje fue muy marcado, debido a la introducción e integración de diversas tradiciones europeas. En lo que respecta a la alimentación, se menciona como los más importantes el uso del arroz y el trigo; verduras como la zanahoria, el chícharo, perejil, especias como la pimienta, azafrán y la canela y algunas plantas como la caña de azúcar.
En la variedad de alimentos preparado por ambas culturas, encontramos algunos postres; como los elaborados a base de natas o natillas, pudines procedentes de Europa, combinados con frutas secas utilizadas en la cocina prehispánica. El chocolate también bebida prehispánica que solamente contenía agua, fue adicionado con azúcar, canela, almendras y leche, con lo cual se convirtió en una bebida reconocida hasta la fecha a nivel mundial.
Tipos de alimentación en México
Con base en la variedad de costumbres y hábitos que se presentan en las diferentes zonas geográficas del país, la mayoría de los habitantes basan sus patrones alimentarios, en el consumo de tortillas y frijol, sin importar la clase social; en algunos de los casos incluyen ocasionalmente frutas y verduras, y rara vez, productos de origen animal, ocasionando que este tipo de alimentación sea monótona. En algunas zonas del país, además de presentar un consumo como el anterior, incluyen productos elaborados a base de trigo, panes y arroz.
En los grupos de población urbana la alimentación se torna un poco más variada, pero el volumen es mayor por lo que se tiende a presentar un consumo excesivo de alimentos. En esta población los alimentos a base de frijol y tortillas, pasan a formar parte de los denominados “antojitos”, con un grado de preparación más complejo, con la influencia de otras culturas; debido a la contribución de otros países sobre México en el aspecto de la alimentación, nos hemos visto obligados a realizar un consumo de alimentos elaborados en lugares de comida rápida como son el caso de las hamburguesas, hot dogs, pizzas, etc., así como los industrializados denominados “pacotilla o chatarra”.
Continuaremos con este tópico la próxima semana. ¡Hasta pronto!
e-mail drelida@prodigy.net.m