TORREÓN, COAH.- Los colegios se han convertido en los principales evasores fiscales, venden de todo sin expedir factura alguna y su funcionamiento más que como instituciones educativas, es de centros comerciales, declaró Sergio Serafín del Bosque Obregón, presidente de la Asociación Nacional de Libreros en el Estado de Coahuila.
Estos negociantes académicos cuentan con el paternalismo de la Secretaría de Educación Pública (SEP), porque educan a pesar de obtener los últimos lugares de productividad, puesto que no ganan concursos de asignaturas académicas como matemáticas, física o química.
Sus primeros lugares, añadió, son en los concursos de escoltas o en deporte, porque sus alumnos están bien alimentados, pero curiosamente las escuelas rurales y de la periferia obtienen el 70 por ciento en la calidad educativa, más que los particulares.
A pesar de que se han hecho insistentes señalamientos por el funcionamiento de este tipo de instituciones educativas y los abusos que se cometen, no hay autoridad alguna que pueda frenar esta serie de irregularidades, donde lo ideal sería medir el nivel académico.
Por el contrario, inspectores y supervisores escolares no concurren para evaluar, obligan a los profesores a diseñar programas de evaluación con una linealidad absoluta, sin señalar opciones donde se aplique el pensamiento, la razón o la reflexión.
La globalización, mencionó, es un asunto de todos, donde la libertad del docente se debe permitir y agendar los recursos deportivos y pedagógicos, así como culturales, para que estén al alcance de la economía familiar y en base a las exigencias de cada académico, pedir también los compromisos y al final de cada ciclo evaluar resultados.
Los colegios, piden de todo
Del Bosque Obregón criticó el funcionamiento como negocio que tienen las escuelas particulares, donde piden de todo... uniforme del diario, deportivo, de lujo, para eventos especiales y curiosamente no se puede conseguir en otra parte más que en la escuela y más raro todavía, el negocio lo tiene el familiar de la máxima autoridad.
Lo mismo ocurre con las llamadas guías de estudio, libros y demás material educativo que también sólo se puede conseguir en la institución de paga y a precios elevados.
Por lo expuesto, sería conveniente también evaluar el servicio educativo que ofrecen, que no es tan eficiente, sostuvo Del Bosque Obregón.