CD. LERDO, DGO.- Existen muchas deficiencias en cuanto a alumbrado público, especialmente en colonias de la periferia, donde según amas de casa el principal problema lo ocasionan los vagos y pandilleros, encargados de destruir las luminarias para cometer sus fechorías.
Pese a sus reclamos, hacen de las suyas y más tarda la Dirección de Obras Públicas en reponerlas que ellos en romperlas.
Mencionaron que gran parte de las deficiencias se deben a que el cable es viejo, sobre todo en el primer cuadro de la ciudad.
En la dependencia señalan que el mantenimiento es permanente, pero ahora enfrentan dificultades con el proveedor porque no las tiene en existencia y eso retrasa la reposición.
Negaron que la tardanza en la reparación ocurra por problemas económicos en la Tesorería Municipal, toda vez que aunque tienen algunos materiales en existencia, no son los que requieren.
“En cuestión del alumbrado trabajamos por reportes de la misma ciudadanía, en algunos sectores hay varios arbotantes dañados, como en El Huarache, La Rinconada, Álvaro Obregón, Carlos Real, o como en el de avenida Maza de Juárez donde hay siete lámparas descompuestas”, informaron en Obras Públicas.
Finalmente se dijo que están por terminar la instalación de la presidencia a la subestación del Teatro Centauro, todos los medidores serán conectados ahí y eso va a generar un ahorro importante en el consumo.
“Boca de lobo”
Habitantes de varias colonias de la localidad, entre ellas el fraccionamiento San Fernando, expresaron el malestar que viven las amas de casa por la falta de alumbrado público, sobre todo por el riesgo que esto representa para sus familias y niños.
Juana de la Rosa expuso que en las noches parece “boca de lobo”, prefieren no salir por temor, ya que hay gran presencia de vagos y malvivientes.
“Además los ‘cholos’ andan como locos, destruyen todo lo que pueden y hasta matan animales, aprovechan la oscuridad para cometer destrozos”, añadió la madre afectada.
Por esto junto al alumbrado los vecinos piden también mayor presencia policíaca para que dejen de reunirse en las esquinas y no causen temor a los vecinos.