EDITORIAL Columnas Editorial Caricatura editorial

Comicios mexiquenses/Plaza Pública

Miguel Angel Granados Chapa

Exactamente dentro de dos meses se efectuarán los comicios locales en el estado de México, para renovar los ayuntamientos y la legislatura local. Por ser la entidad más poblada del país después del Distrito Federal (y aun mayor por la cuantía de su padrón, ya que en las elecciones federales del 2000 hubo cinco millones de mexiquenses en las urnas y 4.3 millones en la ciudad de México) y por su proximidad al proceso de renovación de la Cámara de Diputados, lo que ocurra el nueve de marzo en ese estado adquiere importancia nacional. Además, el poder municipal y la legislatura están muy distribuidos entre las principales fuerzas políticas, algo inesperado en esa entidad donde hace apenas una década o poco más el PRI reinaba de modo incontrastable.

Ahora en cambio, ese partido ha tenido que aliarse con el Verde Ecologista de México, con la esperanza (no fundada en cifras electorales, que muestran una notable debilidad del ecologismo electoral) para dar una imagen al mismo tiempo de fortaleza y pluralidad. Igualmente ha tenido que echar mano de la disidencia panista para reforzar sus propias posibilidades. Varios de los 13 diputados locales que fueron elegidos como blanquiazules y abandonaron al PAN, ahora serán candidatos a alcaldes sostenidos por la alianza tetracolor.

Ostensiblemente, el PRI se propone en el proceso local no sólo ganar los comicios, sino proyectar la imagen del gobernador Arturo Montiel como un priista triunfador capaz, por eso, de figurar en el elenco de los precandidatos presidenciales de ese partido. El encargado de lograr ese doble objetivo es el ex diputado Isidro Pastor, un dirigente hábil en la práctica de alianzas explícitas, como la concertada con el PVEM y otras no declaradas pero que se busca sean igualmente eficaces. Muchos priistas de Naucalpan, por ejemplo, se preguntan todavía si Pastor no ha negociado con sectores panistas el que se mantengan sin dificultad en la alcaldía de aquel municipio. Sólo eso explicaría el que el candidato priista sea un muchacho de apenas 19 años que si bien puede aportar frescura y hacer efectiva la oferta y la necesidad priista de presentar caras nuevas, será barrido con facilidad por Acción Nacional. Una situación semejante en Ecatepec motivó a Marcela Salas a irse del PRI y buscar la candidatura del PRD.

A cambio de la seguridad de mantener posiciones como ésas, el segmento panista que resultaría beneficiario de ese arreglo se abstendría de recuperar el ánimo beligerante contra Montiel que caracterizó al PAN en los primeros años de su gobierno y que amainó notoriamente en los meses recientes. Es verdad que quizá disminuyó la belicosidad panista debida a su propia debilidad y a que eminentes miembros suyos quedaron en frágil posición ante la ley, no sólo por irregulares manejos de recursos públicos sino aun por su participación en delitos de sangre, como el homicidio de la regidora María de los Ángeles Tamés, por cuya muerte está encarcelado y bajo proceso el antiguo alcalde de Atizapán José Antonio Domínguez Zambrano. Pero de todos modos inquieta a muchos panistas la eventual doblez de sus dirigentes estatales.

De hecho no hay liderazgo mexiquense, sino una delegación enviada por el comité nacional. Como prolongación de una disputa añeja, que arrinconó a la militancia tradicional panista, la de los tiempos en que su partido era apostólico y no pragmático y también como expresión de las pugnas internas en los niveles nacionales del PAN, fue depuesto el líder Francisco Gárate, que litiga ante la justicia electoral su reinstalación en el cargo.

Otros militantes panistas han acudido también a órganos electorales en defensa de sus derechos, que consideran vulnerados por el comité nacional. Hoy jueves el consejo general de Instituto Electoral del Estado de México resolverá algunos recursos que, más allá de la formalidad jurídica, evidencian el malestar de un sector panista. Se trata de precandidatos a la alcaldía de Cuautitlán Izcalli, afectados por la designación de Alfredo Durán Reveles como candidato a presidente municipal. En su alegato político, no en su defensa legal, además de refutar su condición foránea, pues el escogido radica en Naucalpan y no en aquel municipio, juzgan su nombramiento determinado por la influencia de su hermano, José Luis Durán Reveles, actualmente subsecretario de Gobernación encargado de la Comunicación Social. Ex alcalde naucalpense y ex candidato al gobierno estatal, Durán Reveles se dispone, aprecian esos panistas, a presentarse de nuevo dentro de tres años, para lo cual coloca desde ahora piezas que refuercen su presencia en la entidad.

Si bien el estatuto general del PAN lo permite, los agraviados de Cuautitlán Izcalli objetan el que no se hayan celebrado las convenciones municipales en cuyo curso Durán Reveles no habría ganado su postulación. El artículo 43 dispone que “en casos especiales y a falta de decisión del órgano competente, el comité ejecutivo nacional, previa consulta con el comité directivo estatal que corresponda, podrá resolver sobre... la postulación de candidatos federales y locales”. Así lo hizo el CEN panista, que el cuatro de octubre del año pasado canceló súbitamente el ya iniciado proceso de selección normal de los candidatos. El 22 y 23 de noviembre siguiente simplemente apareció la lista de los designados.

En opinión de los agraviados, no había necesidad de la decisión centralizada, de no ser porque se cumplan con ella compromisos no explícitos.

Leer más de EDITORIAL

Escrito en:

Comentar esta noticia -

Noticias relacionadas

Siglo Plus

+ Más leídas de EDITORIAL

LECTURAS ANTERIORES

Fotografías más vistas

Videos más vistos semana

Clasificados

ID: 15943

elsiglo.mx