SUN-AEE
NASIRIYAH, IRAQ.- Cuando la mayoría de los operativos de guerra ha cesado, el proyecto de un nuevo Iraq comenzó a fraguarse ayer, al reunirse funcionarios estadounidenses y una comitiva iraquí compuesta por diferentes facciones en el sitio de nacimiento del profeta Abraham.
Mientras millares de musulmanes chiítas, cuyos representantes boicotearon la reunión, realizaron una demostración de protesta en la ciudad de Nasiriya.
La reunión, para iniciar formalmente la era post Saddam Hussein, se efectuó en la base aérea Tallil, cerca del templo de Ur, un magnífico edificio de 4 mil años de antigüedad, donde asirios y babilonios hicieron ofrendas a sus dioses.
Se congregaron cerca de 100 representantes iraquíes de todo el país: kurdos, sunís, chiítas y exiliados que han vivido durante años por fuera de Iraq
A pesar de lo significativo del encuentro, la reunión refleja lo difícil que será lograr un consenso en Iraq. Entre las diferentes facciones que se han dado cita en Ur existe gran desconfianza.
Algunos iraquíes decidieron no asistir a la reunión, pues se oponen a los planes estadounidenses de instaurar al general retirado Jay Garner como líder interino.
El lunes, el principal grupo chiíta de la oposición iraquí dijo que no asistiría a la reunión. Asimismo indicó que no reconocería al gobierno interino que establezca Estados Unidos para Iraq.
"No aceptaremos un gobierno impuesto por los extranjeros. Iraq necesita un gobierno interino iraquí. Cualquier otra opción atropella los derechos del pueblo iraquí y será un regreso a la era de la colonización", dijo Abdul Aziz Hakim, uno de los líderes del grupo.
Funcionarios estadounidenses señalaron que la celebración de la reunión es de por sí un logro, aunque admitieron que muchos grupos no participarían. Estados Unidos quiere que la conformación del gobierno interino iraquí se forme a partir de una mezcla de ciudadanos iraquíes y exiliados
El moderador será Zalmay Khalilzad, un miembro de la comitiva estadounidense en Iraq que desempeñó un papel preponderante en la formación del gobierno de transición en Afganistán. Está previsto que Garner también asista a la reunión, junto con otros miembros de la coalición, como Gran Bretaña, Australia y Polonia.
Sin embrago, miles de musulmanes chiítas, cuyos representantes boicotearon el encuentro, se manifestaron en la cercana Nasiriyah contra la conferencia. "¡Sí, sí a la libertad!", "¡Sí, sí al Islam!", "¡No a Estados Unidos, no a Saddam!", repetía en coro la multitud, reunida en el centro de la ciudad.
Dirigidos por dignatarios religiosos, los manifestantes, unos 20 mil según los periodistas, llevaban banderolas en las que se podía leer: "Pedimos que nuestra voz sea la de la Hawza" (escuela religiosa de los chiítas en Nayaf, al sur de Bagdad).
"Las fuerzas populares y religiosas que organizan esta manifestación estiman que la Hawza en Nayaf es la única representante del pueblo iraquí, que es chiíta en un 80%", afirmó Warrad Nassralá, uno de los imanes que dirigen la manifestación.
La reunión de Nasiriya ha sido boicoteada por el principal grupo político chiíta, la Asamblea Suprema de la Revolución Islámica, que hasta ahora había estado establecida en Irán.
El Congreso Nacional Iraquí, dirigido por Ahmed Chalabi -uno de los más cercanos a la administración estadounidense dentro de la oposición iraquí- está ampliamente representado en Nasiriyah, pero el propio Chalabi ha declinado su asistencia por razones que no ha puntualizado.
La proporción de chiítas en Iraq es de más o menos un 65%, según estadísticas no oficiales.