Torreón, Coah.- Dicen que luego de la tempestad llega la calma, y eso puede aplicarse a la cinta mexicana El Misterio del Trinidad, la última película que hiciera el desaparecido actor Eduardo Palomo, junto a Rebecca Jones y que se estrenó el viernes en Torreón.
En el rodaje hubo momentos inolvidables como los mareos del elenco en alta mar y en plena filmación; los regaños a Rebecca Jones por no salirle una secuencia, y hasta el temor que experimentó Palomo al sumergirse 27 metros en mar abierto.
Y es que el largometraje, dirigido por José Luis García Agraz (Desiertos Mares) y que tardó diez años en concretarse, fue filmado en locaciones de Veracruz, en un barco real.
?Ya en altamar todos se marearon y ¡guácala!... llegó el momento en que no podía filmar en la parte de atrás del barco por las manchas que había. Se tomó mucho Dramamine (contra el mareo), pero el impacto era tan grande para algunos, que hubo quienes, aunque estuviéramos en el foro, se mareaban con sólo ver la cabina del barco?, recordó divertido García Agraz.
El Misterio... cuenta la historia de Juan (Palomo) un joven que durante la lectura del testamento de su padre, descubre que tiene medios hermanos, con lo cual comienza a conocer el pasado turbio de quien creyera un buen hombre.
Paralelamente se empeña en descubrir a El Santísima Trinidad, un galeón español hundido, acompañado de su hija (Regina Blandón), a la que no conoce del todo, e Isabel (Jones), su media hermana, con quien tiene una relación sexual.
Para las escenas submarinas, Palomo, un fanático del buceo, aceptó bajar a una profundidad de casi 30 metros.
?A lo más que había bajado era a unos 10 metros y en agua dulce, jamás en estas condiciones. Cuando bajé para la película me ponía a pensar que si el tubo del aire se rompía, me iba a tardar mucho en subir, y que si de repente algo me jalaba de la pierna, podía ser un tiburón?, afirmó el actor en una entrevista reciente, previa al estreno de la cinta en la Ciudad de México. La película, reconoció por su lado García Agraz, es en parte autobiográfica, pues su mismo padre llegó a tener dos familias y, como el personaje de la historia, fue un buscador de barcos.
?Uno nunca sabe en qué momento surgen las historias, para mí esto era como recapitular un asunto que me movió durante 25 años, con un padre muerto, con el que todavía tienes muchos asuntos no resueltos.
Lo del barco surgió gracias a mi amigo Guillermo Zambrano, a quien yo le platicaba la historia de mi familia y un día me contó de El Cementerio Marino, un poema de Paul Valery y pues una de las metáforas obvias del naufragio que se da en la película, es de que no se pueden controlar las cosas y se debe reencontrar el rumbo de la vida?, explicó.
Como buen cineasta, no dejó de presionar a los actores para que dieran los tonos artísticos que necesitaba la historia. Hasta supervisó la réplica de tres metros del barco principal, que fue utilizada para la secuencia de la tormenta en altamar.
?Él me llegó a decir que estaba llena de trucos de televisión, una vez hasta me hizo llorar?, narró Jones.
?Llegó un día en que yo debía estar en teatro para sacar dos funciones y no salía la escena, repetíamos y repetíamos, me decía que no me creía y que no debía engañar a la cámara. Ahora se lo agradezco mucho, porque un director es el que te ayuda a corregir tu camino?, añadió la actriz.
El Misterio... cuenta con música de Nacho Mastretta y colaboración en el guión de Carlos Cuarón. Es la elegida por parte de la Academia Mexicana de Artes y Ciencias Cinematográficas para buscar un lugar en los premios Goya 2004.