Sin importar los diferentes oficios, los habitantes de la colonia Victoria Popular de Lerdo comparten el olvido de las autoridades
CD. LERDO, DGO.- María del Carmen Guerrero perdió a su esposo, quien murió de una cirrosis hepática a consecuencia del alcohol, cuando pasaba por una de las etapas más difíciles de su vida. Sobrevivía de prestado y en casas de renta. Con sus dos hijos tuvo que irse a buscar algún lugar donde pudiera asentarse, hasta que se topó con Candelario Delgado, un líder de colonias, el cual le otorgó hace siete años un pequeño predio en lo que hoy es la colonia Victoria Popular de Lerdo, a cambio de que asistiera a las asambleas del partido CDC.
Pero su situación no ha mejorado del todo. Se volvió a casar y tuvo tres hijos más; ahora suman cinco en total: Esperanza, Samuel, Mario Antonio, Jennifer y Luis Alberto.
Junto con ellos y su actual cónyuge, Pedro Guerrero, vive en una casa con paredes de block, techo de hule y lámina y piso de tierra.
“Cuando llegamos nada más teníamos el terreno y poco a poco, con mucho sacrificio fuimos construyendo este cuartito” dice María del Carmen mientras voltea a ver su humilde hogar.
La colonia Victoria Popular está ubicada, prácticamente, en el rincón de la mancha urbana de Ciudad Lerdo. Muy cerca de las compuertas que marcan la separación de los canales de Sacramento y Tlahualilo-Santa Rosa.
Alrededor de unas cincuenta familias sobreviven en la miseria. Una de ellas es la de los Guerrero. Su casa está ubicada sobre una de las dos calles, sin pavimentar, con las que cuenta la colonia: la del Trabajo; la otra se llama 23 de febrero.
De acuerdo a lo que comenta Carmen, a pesar de que la mayoría de los padres de familia trabaja en algo, sus situaciones son similares en cuanto a las condiciones paupérrimas en las que subsisten. “Aquí viven desde tránsitos, policías, albañiles hasta despachadores de gasolineras”. Todos padecen sus tragedias.
Para levantar su casa, María del Carmen tuvo que solicitar un crédito, el cual aun no ha podido cubrir. “Debo como 400 pesos en la presidencia de Lerdo todavía”, explica.
Las cosas se volvieron de nuevo críticas cuando su actual esposo tuvo un accidente en la empresa trituradora para la cual laboraba.
“Se resbaló y se le atoró la pierna entre dos fierros del bulldozer que manejaba cuando hacía una labor allá por el Jabonoso... los tendones se le querían reventar”, comenta. Como consecuencia de esto, Pedro estuvo incapacitado tres meses. Pero, cuando se cumplieron 60 días de que lo dieron de alta, la empresa lo despidió con únicamente 5 mil pesos en el bolsillo, de los cuales debía 2 mil a sus propios patrones. El argumento de su salida fue “recorte de personal”.
Luego de la recuperación física, y moral, Pedro Guerrero comenzó a buscar trabajo hasta que le contrataron en una fábrica de muebles de oficina. Platica su esposa: “en la trituradora no le iba tan mal, ganaba mil quinientos ala semana, siquiera con eso surtía mi despensa, pero pues lo corrieron.... ahora que está haciendo muebles gana a penas 400 o 500 semanales”. Y más adelante manifiesta su disgusto cuando cuenta que “él a veces llega y me dice contento ‘hicimos tantos muebles’ yo le digo que como quiera la ganancia se la quedan ellos (los dueños), ni la friega, a parte, el está malo”.
María del Carmen confiesa que lo único que les alcanza para comer son “frijolitos y tortillas, a veces huevo que pedimos fiado en la tiendita de ahí abajo”.
Dos de sus hijos, los más pequeños no tienen para zapatos y recientemente tuvieron que empeñar la televisión para “salir al paso”. De esto, la ama de casa de Victoria Popular explica: “no sé ni como la voy a recuperar, ya se va a vencer y no tengo con qué, pero me da cosa dejarla ahí porque es el único entretenimiento de mis hijos”.
Un tiempo trabajó ella en una maquiladora, sin embargo, esta cerró a finales del año pasado.
“Ahora no puedo irme a trabajar, porque como los canales traen mucho agua en estas fechas tengo que cuidar a los niños”, comenta María del Carmen.
La familia Guerrero, como otras tantas que habitan esta colonia, viven al día. No todos tienen electricidad, hay poco agua, existe un colector pero pocos lo utilizan por el costo que implica.
“En Sapal nos cobran como mil 500 para conectarnos”.
Tienen tres meses sin gas y los mismos sin luz. Las casas son insuficientes para cubrir a las personas de las inclemencias del tiempo.
“Cuando nevó hace algunos años”, cuenta Carmen, “ya se le andaban congelando los pies a mi hijo le tuve que calentar agua y ponérselos ahí”.
Sea durante el frío o el calor, de día o de noche, la realidad para los habitantes de Victoria Popular es la pobreza.
Recursos
Alrededor de 400 millones de pesos se necesitan para pavimentar todas las colonias de Cd. Lerdo, de acuerdo a la información que proporcionó Carlos Aguilera Andrade, titular de la Dirección de Obras y Servicios Públicos Municipales del municipio del mismo nombre.
No obstante, el funcionario omitió a dar una cifra aproximada de las colonias que presentan las mayores necesidades de urbanización y servicios, ya que, dijo, “no existe un estudio detallado, lo que hicimos fue un recorrido en donde vimos las carencias y adelantos, también, en cuanto a pavimentación, cordonería, etcétera”.
Necesidades
Algunas de las carencias que presentan los habitantes de Victoria Popular de Cd. Lerdo, Dgo.
- Falta agua en verano debido a poca presión.
- Faltan postes para conexiones eléctricas.
- Las calles no están pavimentadas.
- No hay conexiones de las casas al colector del drenaje.
- Falta material de construcción para viviendas.
- No hay alumbrado público.
FUENTE: Colonos de Victoria Popular.