Bertha Valdés Suárez confecciona hermosas flores con la viruta de lápiz, hoja de cebolla y cáscaras de frutas
EL SIGLO DE TORREÓN
CD. LERDO, DGO.- Sus manos mágicas crean hermosas flores. Su materia prima es la viruta de lápiz y hoja de cebolla que después transforma en peculiares prendedores; igualmente, sus sorprendentes dedos alegran su corazón con música de piano que toca con los ojos cerrados. Su vida en sí, se ha convertido en un racimo de talento.
Hace cinco años, Bertha Andrea Valdés Suárez descubrió de manera fortuita la ingeniosa habilidad de sus manos, cuando al cocinar en su hogar, ubicado en Hidalgo y Mina de Ciudad Lerdo, Durango, tomó una cebolla, desmenuzó su cáscara y de repente notó que la piel de la hortaliza empezó a enroscarse, lo que dio forma a una bella flor. Con esta revelación da inicio su quehacer en la artesanía y arte floral.
¿Y el piano? Lo empezó a tocar hace aproximadamente tres años sin contar con los conocimiento básicos, luego de la muerte de su querido padre. Lo sorprendente es que las notas las ejecuta con los ojos cerrados, su sensibilidad es tan grande que evita abrirlos. Sus dedos de la mano derecha son los que hacen casi todo el trabajo.
Este instrumento, herencia de su padre, se ubica en un pequeño espacio de su casa, que a decir de ella es uno de sus preferidos. Frente al piano y colgado en la pared se haya una fotografía de su progenitor a quien ella adoró. “Tengo horas específicas para tocarlo, un rato por la mañana, otro más por la tarde y en la noche también, me gusta interpretar canciones de Agustín Lara, porque están inspiradas en la mujer’’.
Al igual que este reconocido compositor, Bertha se inspira en la mujer para elaborar sus flores. Cada pétalo es una cualidad de ella, el acabado que le da a través de un brillantito representa sus lágrimas en su mejilla, son las damas que Agustín admira en sus canciones.
Su confección... un arte
“Dios mío ¿qué me haz hecho crear? No más que tú”. Fue la reacción que tuvo en un principio esta querida dama lerdense al sentir que tenía sobre su mano una flor de piel de cebolla. Sus lágrimas se acrecentaron debido al típico aroma que desprende ésta. “Lloré y reí a la vez de emoción”, expresó emocionada.
Bertha tiene un pequeño hueco en la palma de su mano derecha que ella dice es un mágico defecto, ya que en ese orificio mete la viruta que obtuvo del lápiz, ahí la acomoda y con las yemas de los dedos le da forma. Pareciera que en sus manos estuviera el cerebro de su ser, se mueven casi solas, en tan sólo diez minutos arma una sonriente flor, bien dicen que la práctica hace la perfección.
Experta en la confección de flores, descubrió su destreza cuando al sacarle punta a un lápiz, empujó la viruta con la palma de su mano derecha dando forma a una perfecta rosa. Después de este hallazgo, Bertha diseñó un afilador especial que ahora utiliza y que es el proveedor de la hojas.
Luego de darles forma, las decora con paisajes o bien imprime el nombre del destinatario, pues en ocasiones suele obsequiar los prendedores.
Con la cubierta de la cebolla confecciona una flor con pétalos abiertos; su modelo es un buquet empleado como prendedor o broche para el cabello. Su elaboración es un poco más tardada que la rosa de viruta, pues requiere de más dedicación.
“Hacer esta manualidad es una terapia para mí, me concentro tanto que me olvido de los demás, hay que recordar que cada cosa tiene su tiempo, y yo me lo doy en mis espacios predilectos que son donde trabajo con mis rosas, y el otro sitio en el cual me deleito con la música de piano. Agradezco a Dios estos dones que me dio”.
Una estimada lerdense
Bertha Valdés es una experta en la confección de rosas. Mujer de carácter positivo, siempre tiene una sonrisa en sus labios; además de gozar de aptitudes creativas, gusta de escribir relatos de su vida, que recién reunió en un cuaderno editado previo a su fecha de cumpleaños, en este mes.
Su familia está integrada por su hijo Arturo Urquizo Valdés y su esposo Pedro Urquizo Rea.
MATERIA PRIMA
Hortalizas, frutas y material que emplea para confeccionar sus prendedores en forma de flor.
CEBOLLA: Recorta su piel y con ella hace una flor.
VIRUTA DE LÁPIZ: La utiliza en su estado natural y fácilmente se enrosca.
NARANJA: Recorta las cáscaras de esta fruta y les da forma de flor.
PAPA: Hace hojarasca (es una hoja seca que cae del árbol).
CÁSCARAS DE AJO: Confecciona flores tipo caprichosas con un pétalo hacia adentro y otro para afuera (la hoja del ajo no se presta mucho para trabajar).
REBANADA DE CHILE: De ella saca una imitación del polen de la flor.
CLAVO DE OLOR: Esta especie formada de cinco bolitas, representan para Bertha los dedos de su mano; lo emplea como el polen de la flor.
LÁPICES: Emplea lápices europeos que contienen madera y triplay, la viruta la barniza con aceite de linaza. El lápiz mexicano no funciona para realizar dicha artesanía.
AFILADOR: Creado por la señora Bertha.
PINTURA: Con plumones japoneses da vida a la flor hecha de viruta de madera.
AROMATIZANTE: Para darle buen olor a la cebolla.
FUENTE: Investigación de El Siglo de Torreón