En la región se mantiene viva la llama de la innovación científica y tecnológica
Torreón, Coah.- No obstante que existen investigadores de alto nivel en las distintas universidades oficiales y privadas, la investigación científica y tecnológica en México no ha recibido el apoyo e impulso necesario, pues mientras que en los países desarrollados se destina entre el 2.7 y el 3.2 por ciento de su Producto Interno Bruto (PIB), en la República Mexicana es de 0.4 por ciento únicamente.
La investigación —señala un documento de la Universidad Autónoma Agraria Antonio Narro (UAAAN)—, no sólo es una función de las universidades, es la esencia de generación de conocimientos que permiten a la sociedad avanzar hacia nuevos estadios.
En el Instituto Tecnológico de La Laguna (ITL), así como en otras universidades, se han desarrollado varios proyectos de investigación, algunos de los cuales han recibido el reconocimiento a nivel estatal y nacional.
Víctor Cabrera Morelos, responsable del departamento de Posgrado e Investigación del Tec Laguna, explica que la investigación se divide en básica, aplicada y tecnológica. “La básica es la generación de conocimientos nuevos, el conocimiento puro. La investigación aplicada es precisamente la aplicación de ese conocimiento hacia fenómenos, máquinas o sistemas y la tecnológica es para mejorar esas aplicaciones, hacerlas más eficientes, accesibles o económicas. Es la parte fina”.
Punto importante es la generación de investigadores, el ITL tiene ya 25 años en ese campo. Existe intercambio con otras universidades, con la Comisión Federal de Electricidad (CFE) y otras instituciones.
Cabrera Morelos, especialista en alta tensión y descargas atmosféricas, ha trabajado con la CFE en la generación de normas sobre la forma de aterrizar mejor las torres de transmisión, cómo protegerlas y cómo evitar salidas de energía eléctrica.
En cuanto a calidad en la investigación, dice, en México hay proyectos de vanguardia, al nivel de países desarrollados, pero los recursos y el número de investigadores son muy pocos.
En este país es casi nulo el aporte de la industria privada en investigación, mientras que en otros es muy alto, debido a que si una empresa baja su nivel de investigación pierde competitividad y entonces se vuelve una necesidad.
La mayoría de los proyectos, dice, son apoyados con recursos del sistema gubernamental; del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), del Consejo del Sistema de Educación Tecnológica. Ni siquiera existen fundaciones para este fin.
Medición de plomo
Francisco Valdez Perezgasga, investigador del Tec Laguna desde 1981, realiza un proyecto con la Universidad Autónoma de Barcelona, en el desarrollo de sensores para medir los metales pesados en suelo. Se utilizan muestras de distintos puntos de Torreón, tomando como referencia la planta Peñoles, que apoya con recursos este proyecto.
Hay metodologías para realizar esa medición, dice, como la espectometría de fusión atómica y espectometría inductivamente acoplada de plasma, pero son muy caras, se necesitan laboratorios especiales con personal especializado e instrumentos caros, en cambio con los sensores no se tienen que llevar las muestras al laboratorio, es más barato, más flexible y lo puede operar gente con menos capacitación.
Para Torreón, con tanta contaminación y que va a durar tanto tiempo, expone, es ideal tener metodologías rápidas, baratas y flexibles.
El investigador, con doctorado en sensores químicos en Inglaterra, adelanta que ya cuentan con algunos modelos de sensores que están a prueba.
En la industria eléctrica
Marco Antonio Arjona López, doctor en ingeniería eléctrica con especialidad en generadores síncronos (máquinas eléctricas), en Londres, Inglaterra, realiza investigaciones relacionadas con el cálculo de campos electromagnéticos aplicadas a transformadores, motores y generadores eléctricos.
Arjona López recientemente obtuvo un reconocimiento a nivel estatal con un proyecto del modelado matemático, control y protección de un generador síncrono, apoyado por el Conacyt con un monto de un millón de pesos y en donde se tituló a un estudiante de doctorado, seis de maestría y tres de licenciatura.
Hay colaboración entre el ITL con un Centro de Investigación de Inglaterra y en la actualidad se prepara un proyecto sobre diseño de equipo eléctrico, con una empresa regional.
Biomédica
Como parte de la Facultad de Medicina, existe el Centro de Investigación Biomédica (CIB), que en diciembre próximo cumple 13 años; se encuentra a cargo del subdirector Francisco Javier Lozoya y en él laboran 25 investigadores.
Tiene cinco departamentos: Bioquímica, Biología de la Reproducción, Genética, Inmunobiología Molecular y Salud Ambiental.
Las contribuciones del CIB, explica el Subdirector, son diversas. En Bioquímica, por ejemplo, se han hecho investigaciones sobre contaminantes en agua, alimento, aire y suelo.
Sobre los trabajos vinculados con el Fideicomiso del Programa de Metales, en el que participa la empresa Peñoles, Gobierno del Estado y la Secretaría de Salud, el Departamento de Bioquímica se encarga de realizar las determinaciones de los contaminantes, principalmente en los niños.
En Reproducción, se tiene un servicio constante a la comunidad, pues se llevan a cabo diversos proyectos sobre planificación familiar, salud reproductiva e infecciones del aparato reproductor, entre otros, los cuales son puestos en marcha por las instituciones del Sector Salud.
Recientemente se abrió el Departamento de Inmunobiología Molecular, donde se realizan estudios a nivel molecular para el diagnóstico de enfermedades, como el cáncer cérvico-uterino.
En Genética, Pablo Ruiz Flores dirige proyectos sobre la detección oportuna de cáncer de mama. Este departamento se dedica a: atención a pacientes con enfermedades hereditarias y malformaciones, registro y vigilancia epidemiológica de malformaciones congénitas externas, la realización de análisis cromosómico (cariotipo) e investigaciones en biología molecular para identificar genes que predisponen al cáncer de mama y genes que predisponen a la leucemia.
El Departamento de Salud Ambiental, tiene programado realizar estudios de contaminantes como pesticidas que afecten la salud reproductiva y otros que tienen que ver con el impacto del medio ambiente en la salud.
Veterinaria y Agronomía
Esteban Favela Chávez, subdirector de Investigación de la UAAAN, explica que se enfocan a la parte productiva en Medicina Veterinaria y Agronomía.
“El parámetro para autorizar un proyecto es que tenga relevancia a nivel productivo, el aspecto de investigación aplicada es el que buscamos”, dice el entrevistado.
Se trabaja en ganado lechero a nivel de generación de embriones y con reproducción de caprinos. A la Universidad se le aprobó un proyecto en un programa de Fondos Mixtos, en el cual participa una empresa con un millón de pesos. Se le da mucho impulso a este tipo de proyectos, específicamente en caprinos y cultivos básicos, con dos millones de pesos.
El sistema de hidroponia (agua y nutrientes), utilizado para producción de plantas o frutos con soluciones nutritivas, es también atendido por los investigadores, ya que su ventaja es que tiene condiciones controladas para una mayor productividad.
Otra de las ventajas de la hidroponia es que disminuye el consumo de agua y fertilizantes, se eleva el potencial productivo de los cultivos. “Si una hectárea produce 20 toneladas de melón, con este sistema es de hasta 80 toneladas. La técnica es cara pero muy redituable y la emplean algunas grandes empresas”.
En el área de Investigación de la UAAAN, comenta, hay alrededor de 40 maestros de tiempo completo distribuidos en los diferentes programas.
Faltan apoyos
Para lograr todo lo que se pretende, reconoce Francisco Javier Lozoya, responsable del CIB, hacen falta apoyos de tipo económico. La Facultad de Medicina, con la acreditación que recientemente obtuvo a nivel nacional, recibió una partida especial de fondos federales a escuelas acreditadas, pero no ha sido suficiente.
Hace año y medio se recibió una aportación de casi diez millones de pesos para la compra de equipo, pero hace falta su instalación y se necesitan al menos 500 mil pesos, aunque posiblemente se solucione pronto, ya que hay un remanente de 255 mil pesos, el Rector de la Universidad ofreció 100 mil y el resto los podría aportar la propia Facultad.
“Es poco atractivo para investigadores de otras partes venir a laborar en el CIB, por el sueldo, no obstante que existen algunos incentivos por parte del Gobierno Federal, como estar inscritos en el Sistema Nacional de Investigadores, la Universidad misma otorga compensaciones a los diferentes grados académicos, hay también un estímulo al desempeño a la carrera docente y también existe la capacidad de captar recursos a través de programas de vinculación”.
Víctor Cabrera Morales, responsable de Posgrado e Investigación del ITL, dice que es necesario promover más la investigación en la industria privada, la cual es débil si se toma en cuenta la globalización que se vive.
Algunos investigadores optan por irse a trabajar en otros países, precisamente por las remuneraciones que, en comparación con otras instituciones del país o extranjeras, son muy bajas.