29 agosto 2003
Beijing, (Notimex).- Las conversaciones multilaterales sobre la crisis nuclear norcoreana concluyeron hoy aquí sin que Corea del Norte y Estados Unidos modificaran sus exigencias iniciales, aunque sí con un acuerdo para una próxima ronda de pláticas.
Luego de tres días de pláticas en la Casa Estatal de Huéspedes Diaoyutai en esta capital, los dos países protagonistas reiteraron ante el resto de los participantes -China, Surcorea, Japón y Rusia- sus distantes posturas que obstaculizan una solución pacífica.
Estados Unidos desea que Corea del Norte finalice de manera incondicional y verificable sus programas nucleares, mientras la República Popular Democrática de Corea (RPDC) espera alcanzar un pacto de no agresión bilateral antes de desmantelarse.
Incluso, la Agencia Central de Noticias de Corea (KCNA) difundió al término de la cita multilateral que el gobierno de Pyongyang reforzará su arsenal nuclear en caso de que Estados Unidos no acepte sus "razonables propuestas".
Entre esas propuestas destacan el establecimiento de relaciones diplomáticas bilaterales, la garantía de cooperación económica intercoreana y entre Pyongyang y Tokio, y la finalización de la construcción de reactores de agua ligera.
A cambio, la RPDC no fabricará armas nucleares, permitirá la inspección nuclear, desmantelará de manera definitiva sus instalaciones y suspenderá la exportación y los ensayos de misiles, según un reporte de KCNA.
Pero advirtió que la próxima ronda de negociaciones en los siguientes dos meses, el único acuerdo logrado en las conversaciones multilaterales, está "en peligro" por la insistencia de Estados Unidos en continuar con su política "hostil" hacia la RPDC.
"Dado que Estados Unidos se negó a expresar su voluntad de cambiar su política hostil hacia nosotros (los norcoreanos), corren peligro las perspectivas de continuar con las conversaciones", señaló la KCNA.
La delegación surcoreana indicó en un comunicado que aún sin un declaración conjunta al término de la cita, las seis naciones acordaron volverse a reunir en dos meses, aunque no fijaron el lugar ni la fecha exacta, pero Beijing es el candidato más fuerte.
Agregó que todas las partes coincidieron también en que la península coreana debe ser libre de armas y lograron un consenso de no escalar la situación mientras se negocia una solución pacífica y final.
Otros acuerdos fueron citados por la delegación china, entre ellos lograr una solución pacífica mediante el diálogo, garantía de seguridad para Corea del Norte y la búsqueda de puntos comunes en próximas consultas.
El vicecanciller chino, Wang Yi, anfitrión de la cita, dijo que Estados Unidos dejó claro que no tiene intención de invadir Corea del Norte o buscar un cambio de régimen, mientras la RPDC expresó "nuevas ideas" durante las conversaciones.
Los tres días de pláticas en Beijing fueron las primeras discusiones formales sobre la crisis nuclear desde abril pasado y las primeras que incluyeron a Corea del Sur, Japón y Rusia.
La crisis nuclear entre Washington y Pyongyang se desató en octubre pasado, cuando Estados Unidos reveló que la RPDC había admitido tener un programa secreto de desarrollo nuclear, con lo que violaba un acuerdo bilateral firmado en 1994.
Bajo ese acuerdo, Norcorea se comprometió a congelar el desarrollo de sus programas nucleares a cambio de suministro de petróleo y la construcción de dos reactores atómicos "seguros".
Estados Unidos suspendió ese suministro tras anunciar las ambiciones norcoreanas, mientras el régimen de Pyongyang reanudó sus programas nucleares, expulsó a los inspectores de armas de Naciones Unidas y abandonó el Tratado de No Proliferación de Armas Nucleares.
Desde entonces, ambas naciones se acusan mutuamente de haber violado el acuerdo de 1994, y sus posturas sobre el asunto han imposibilitado el alcance de una solución y generado la preocupación en la región.