El secretario general de la Organización de las Naciones Unidas, Kofi Annan, condenó ayer la incursión militar de Israel en el campo de refugiados de Rafah, en Gaza, que causó la muerte de ocho palestinos, y pidió a las partes reanudar las conversaciones de paz.
En un comunicado emitido por su portavoz, Annan recordó que “como potencia ocupante, Israel tiene la obligación de proteger a la población civil y de no hacer uso desproporcionado de la fuerza”.
Asimismo, urgió al Gobierno israelí a “suspender las acciones violentas y a volver a las negociaciones pacíficas con las autoridades palestinas en base al plan de paz de el ‘Mapa de Ruta’, que prevé la creación en Gaza y Cisjordania de un Estado palestino independiente”.
Durante la incursión del Ejército israelí se registraron en este campo 34 heridos, entre ellos tres niños, en intercambios de fuego entre los soldados y palestinos armados.