La Jornada
MÉXICO, DF.- Para la iglesia católica “hay un sentimiento de tristeza” porque no se ha podido frenar, detener la guerra de Estados Unidos contra Iraq, no se pudo lograr un llamado de conciencia, pues creyó en la buena voluntad para hacer prevalecer la razón, la paz, sobre la violencia, señaló el nuncio apostólico, Giuseppe Bertello.
Luego de una reunión que Bertello sostuvo con el secretario de Relaciones Exteriores, Luis Ernesto Derbez, habló con la prensa y reconoció que parece que ha habido oídos sordos a los llamados que se han hecho por detener esta barbarie, no solo de parte de la iglesia sino de todo el mundo.
Como cristianos, dijo, debemos intensificar más nuestras oraciones, trabajar más en la conciliación, esta es una lección que debemos tomar aún cuando se vea tan lejana y creamos que los efectos de esta guerra no nos tocan.
Para el nuncio, también es muy triste el manejo que se le están dando a las imágenes de guerra, pues se están convirtiendo en un espectáculo y planteó que siendo constructivos la iglesia está conformando un plan para cuando termine la guerra para tratar en la medida de sus fuerzas de ayudar a la población tanto en forma espiritual como con asistencia material, en la reconstrucción y en apoyos de emergencia porque el primer paso será dar asistencia a los heridos, los refugiados los damnificados.
Ya hubo la semana pasada una reunión de la organización “Cáritas” latinoamericanas, en la que se concluyó que los cristianos deberán mostrar solidaridad con ese pueblo que está sufriendo, anotó Giuseppe Bertello y dijo que en el tema de Iraq se ha visto una coincidencia de posiciones entre la Santa Sede y México. Pero la determinación de este país “es una posición ética muy fuerte”, señaló.