02 octubre 2003
Yakarta, (EFE).- Ali Ghufron, el terrorista que autorizó los atentados perpetrados en la isla de Bali el año pasado, en los que murieron 202 personas, fue condenado hoy a muerte por un tribunal indonesio.
El juez Cokorda Raka Suamba, presidente del panel de cinco magistrados que dictó la condena en los tribunales de Denpasar, la capital de Bali, dijo al leer la sentencia que "ha sido probado de manera legal y convincente que es culpable, junto con otros, de planear un acto terrorista y de estar en posesión ilegal de explosivos". "Castigamos al acusado con la condena a la pena capital", manifestó Cokorda Raka Suamba. "¡Alá es grande!", gritó tres veces en respuesta desde el estrado de los acusados "Mukhlas", el alias por el que se conoce a Ali Ghufron.
El condenado indicó a la corte que apelará la sentencia porque "la ley empleada para juzgarle no concuerda con mis creencias". Los abogados de la defensa disponen de dos semanas para interponer un recurso ante el Tribunal Superior de Denpasar y, si lo rechazan, pueden recurrir en última instancia al Supremo en Yakarta.
Los fiscales probaron durante las vistas que el inculpado fue el jefe del grupo Jemaah Islamiya (JI), el brazo de Al Qaida en el Sudeste Asiático, que dio "luz verde" a la operación terrorista en Bali, durante una reunión en febrero de 2002 celebrada en Bangkok.
Asimismo, contribuyó a concretar el plan y destinó fondos (unos 30.000 dólares) para financiar el ataque. Al filo de la medianoche del 12 de octubre de 2002 tres artefactos explosivos estallaron casi de forma simultánea en la ciudad balinesa de Kuta y en Denpasar.
Uno explosionó junto al Club Paddy's de Kuta, otro en la puerta de la vecina discoteca Sari -que causó los 202 muertos- y el tercero en las cercanías del consulado de Estados Unidos en la capital de Bali.
La operación terrorista estaba dirigida a provocar el mayor daño posible entre el turismo "occidental" en la paradisíaca isla de los dioses, en represalia por la guerra en Afganistán, como han testificado varios de los acusados que han pasado por el estrado en los juzgados de Denpasar.
Mukhlas, que fue detenido el 3 de diciembre de 2002 por la red policial articulada tras los atentados, se ha vanagloriado durante su proceso de conocer "bien" a Osama Bin Laden y no ha mostrado arrepentimiento o remordimientos por los muertos en Bali. Los magistrados que le juzgaron señalaron hoy en la lectura de la sentencia: "No hemos encontrado atenuantes que puedan aliviar la condena".
Esta es la tercera pena capital que se dicta en los "juicios de Bali", las dos anteriores fueron para los indonesios Amrozy (7 de agosto) e Imam Samudra (10 de septiembre).
Amrozy, de 40 años, es hermano menor de Mukhlas y admitió durante su proceso que compró los materiales químicos con los que se fabricaron las bombas y que llevó a Bali el vehículo utilizado en el atentado contra la discoteca Sari.
Imam Samudra morirá frente a un pelotón de fusilamiento, si le fallan las apelaciones, por haber planeado y dirigido esos atentados en los que murieron ciudadanos de 21 países, en su mayoría australianos, con 88 víctimas mortales.
El indonesio Ali Imron, también hermano de Amrozy y Ghufron, fue condenado a cadena perpetua el 18 de septiembre y es, hasta ahora, el único que ha demostrado público arrepentimiento por sus acciones.
Un total de 33 personas están acusadas en los juzgados de Denpasar por su participación o complicidad en los atentados de Bali, los más sangrientos ocurridos en el mundo tras los ataques terroristas contra las Torres Gemelas y el Pentágono, en Estados Unidos, el 11 de septiembre de 2001.