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Madrid, España.- La tímida recuperación experimentada por la economía iberoamericana en 2003 se afianzará el año próximo, según cinco mil empresarios de catorce países de la región que han respondido a una encuesta elaborada por las Cámaras de Comercio españolas y difundida ayer en Madrid.
En contraste con la profunda recesión experimentada por la región en los últimos seis años, que estuvo ligada a importantes problemas políticos y sociales, las empresas de Iberoamérica esperan que en 2004 se consolide la modesta recuperación iniciada en la última parte de este ejercicio.
?La desaceleración de la actividad económica en Iberoamérica ha tocado fondo, la región ha empezado a recuperarse, y a partir de 2004, puede crecer de manera importante?, dijo ayer José Manuel Fernández Norniella, presidente del Consejo de Cámaras de Comercio españolas, al presentar el informe.
El documento ?Perspectivas Empresariales en Iberoamérica para 2004? es fruto de un sondeo al que han respondido casi 5,000 empresarios de todos los sectores y ha tenido en cuenta cinco parámetros: cifra de negocio, ventas internas, exportaciones, empleo e inversión.
Los países analizados son Argentina, Brasil, Colombia, Costa Rica, Chile, El Salvador, Guatemala, Honduras, México, Nicaragua, Perú, República Dominicana, Uruguay y Venezuela.
Para los empresarios, Brasil es el país con ?mejor futuro? económico a corto plazo, seguido de Chile y Colombia, mientras que Venezuela es la nación con el porvenir menos halagüeño en este área. Fernández Norniella precisó que si se tiene en cuenta el consumo, las exportaciones, el empleo y la inversiones, el estudio señala que Brasil, Argentina, Colombia, Chile, Perú y Nicaragua ?se sitúan por encima de la media iberoamericana? en expectativas de los empresarios.
Entre los factores que permitirán la recuperación económica de la región, Fernández Norniella citó la débil posición del dólar y la devaluación de las monedas locales, que ayudarán a las exportaciones.
Añadió que en esa mejoría también tendrá una influencia clara ?el ciclo expansivo de la economía estadounidense y el aumento de precio de las materias primas que se producen en esos países?. Además, subrayó, hay que tener en cuenta ?la base macroeconómica sólida de la región, así como la actitud decidida de los Gobiernos locales de invertir en su propio desarrollo?.