PEKÍN, CHINA, (EFE).- La policía de Pekín detuvo a cien personas acusadas de vender artículos “piratas” y pornografía, y se incautó de 3.6 millones de discos como resultado de una campaña oficial de persecución del fraude, informó ayer el diario oficial “China Daily”.
La campaña terminó también con el cierre de doce fábricas en Pekín que producían y vendían artículos “piratas” y “publicaciones obscenas”, y se incautó de 1.33 millones de libros y productos audiovisuales.
Después de que la industria discográfica internacional acusara en agosto al Gobierno Chino de permitir la “piratería”, se ha cerrado 165 líneas de producción de falsificaciones.