Además del cierre ayer de las 3 tiendas y farmacias, y la toma de las oficinas administrativas, las posturas encontradas y hasta irreconciliables del dirigente estatal de la FSTSE, José Luis Martínez Prado, y el titular del ISSSTE en Durango, Raúl Villaseñor Benavides, agravaron el conflicto en el organismo, con las repercusiones negativas hacia los derechohabientes, aun cuando los servicios médicos no han sido afectados.
Sin diálogo de por medio, los miembros de la FSTSE intensificaron sus acciones de presión para que renuncie el Delegado, apoderándose ayer de las tiendas que se ubican en los bulevares Francisco Villa y Canelas, además de que la de 20 de Noviembre y Lázaro Cárdenas, desde el martes la cerraron.
Martínez Prado, desde el plantón en las oficinas delegacionales del ISSSTE, reiteró que no habrá marcha atrás en su exigencia para que se vaya Raúl Villaseñor, y que de ser necesario llevarán a cabo otra serie de medidas de presión. Además, dijo que el diálogo solamente se dará con enviados de la Dirección General.
Por su parte, Raúl Villaseñor señaló que no había una justificante para que la FSTSE cerrara las tiendas y farmacias y se apoderara de las oficinas administrativas del ISSSTE. Atribuyó tales medidas a cuestiones de índole personal, al afirmar que “no encontraron un delegado a su modo e intereses”. Anunció que la decisión que se tomó de remoción de los tres funcionarios del área médica, sigue firme.
La dirigencia local del Sindicato del ISSSTE se mantiene al margen del conflicto, una vez que se dio la remoción de los directivos del Hospital “Dr. Santiago Ramón y Cajal”. Mientras que Julio Díaz Castañeda, quien fue nombrado subdelegado médico, señaló que mientras persista el conflicto su toma de protesta no se realizará.