Las autoridades municipales enfrentan en este momento un problema que no tiene razón de ser y que de no atenderse en forma adecuada, dentro de poco puede ser una molesta piedra en el zapato del alcalde Guillermo Anaya.
Decenas de familias se han apostado en terrenos irregulares que se encuentran al sur-oriente de la ciudad, algunas de ellas en zonas peligrosas como son las orillas de las vías del ferrocarril y en donde no tienen servicios públicos primarios de agua, drenaje, alumbrado público y menos aún pavimentación o banquetas.
La denuncia de despojo no se ha hecho esperar por parte de los afectados, sin embargo poco o nada se ha hecho por solucionar el problema que se ha multiplicado en varios sitios en donde ya se pueden observar las clásicas casuchas de cartón y madera que son un peligro para sus habitantes, ya que es tradicional que en esta época de calor, se generen conflagraciones que han dejado a familias enteras en la miseria.
Guillermo Anaya Llamas tiene conocimiento de esta problemática y ante los reclamos de los dueños de los predios invadidos, simplemente ha declarado que se procederá conforme a derecho y que se deben presentar las denuncias ante las autoridades porque no se permitirá que se violente el Estado de Derecho.
Consideramos que está bien el Alcalde en su posición, sin embargo, no basta con pedir la aplicación de la Ley contra quienes la están violando, ya que su responsabilidad como primera autoridad municipal es, además de vigilar que se respete el Estado de Derecho, hacer propuestas viables para la solución de los problemas que generan esa vulneración de la Ley.
En este caso, el Presidente Municipal además de haber pedido la intervención de las autoridades judiciales, debió presentar alternativas a las familias que mantienen invadidos terrenos para la construcción de sus viviendas, de modo tal que no vaya a crear un conflicto mayor cuando el desalojo se lleve a cabo.
Por otra parte el mismo Alcalde se queja de que las anteriores autoridades municipales no dejaron reservas territoriales que se puedan ofrecer a los demandantes de terrenos y que será necesario invertir aproximadamente ocho millones de pesos en compra de tierras ejidales donde se podrían asentar a las familias que carecen de tierras para asentar sus casas.
Es justo mencionar que hay unos terrenos que adquirió el municipio en el ejido San Agustín que se encuentran en este momento en litigio y sería bueno que el Jurídico del Ayuntamiento indague cuál es el estado que guarda el caso, ya que ahí podría estar la solución de una gran parte del problema que enfrenta Guillermo Anaya.
Por otra parte, debe recordar el Presidente, que hay una donación de terrenos pendiente por parte del club de Golf Montebello y lo último que se supo de esta situación es que la mencionada empresa donaría los terrenos aledaños al club y que incluso los entregaría ya urbanizados, por lo que aquí estaría otra solución viable para las familias con las que entró en confrontación en los últimos días.
Para gobernar a Torreón no se necesita nada más aplicar la Ley y gastar dinero, se necesita imaginación, ganas de hacer las cosas y saber aprovechar lo que ya se tiene, sin embargo, de nueva cuenta reiteramos que a Guillermo Anaya lo que le falta son asesores adecuados y es por ello que cada día y a cada momento debe estar inventando soluciones a los problemas, en lugar de atenderlos con los recursos de que dispone. De seguir así las cosas, dentro de poco le surgirán planteamientos que ni con la Ley en la mano ni con todo el presupuesto podrá solucionar.
Por otra parte, se debe tomar en cuenta que además de las necesidades de terrenos que se tienen por parte de algunas familias de escasos recursos, hay otras necesidades en colonias que ya tienen regularizada su situación.
Hay colonias que ya pagan sus impuestos pero que carecen de adecuadas redes de drenaje, alumbrado público y pavimento.
No es que se pretenda aconsejar que no apoye a quienes carecen de un terreno para construir sus viviendas pero sí suena lógico pensar que ocho millones de pesos para la compra de terrenos ejidales no serán la solución, máxime que esos terrenos también requerirán una importante inversión para su urbanización y posterior aprovechamiento o a menos que se piense entregar los terrenos sin servicios y que posteriormente sus habitantes de las ingenien como puedan.
Memo Anaya según sus voceros, recibió un municipio con carencias, con crecimiento desmedido y sin planeación, eso no se duda, pero si se considera las acciones que hasta el momento ha tomado o los planes que tiene para solucionar los problemas de falta de vivienda entre las familias de escasos recursos, todo hace suponer que pretende seguir viejos esquemas de gobierno en materia de planeación o ausencia de ésta, pero allá él.