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BALÍ, INDONESIA.- Al menos tres mil personas, en su mayoría australianos, recordaron ayer en la isla indonesia de Bali, el primer aniversario de los atentado que cobraron la vida a más de 202 personas, 88 de ellos de nacionalidad australiana.
La ceremonia comenzó con la ejecución de los himnos nacionales de Australia e Indonesia, en presencia del primer ministro australiano, John Howard, familiares y amigos de las víctimas, así como autoridades indonesias.
"Hemos sabido controlar nuestra ira y nos hemos dirigido, de nuevo, al trabajo, a través de identificar, castigar y llevar a la justicia a los que perpetraron el terrible atentado", afirmó el jefe de gobierno de Australia al inaugurar el acto.
La presidenta de Indonesia, Megawati Soekarnoputri, quien estuvo ausente al acto, afirmó en un comunicado que se está haciendo justicia, teniendo en cuenta que muchos de los terroristas involucrados en el atentado han sido detenidos y encarcelados.
"Sometidos a procesamientos y sentenciados por cortes indonesias, si bien algunos de los responsables siguen fugitivos", informó la mandataria en su comunicado, según informes de prensa conocidos en esta capital.
El ministro del Interior de Indonesia, Bambang Yudhoyono, señaló que "las personas que cometieron el atentado serán perseguidas y finalmente los capturamos. Los llevaremos a la justicia, ya que no tiene cabida en la sociedad indonesia".
La ceremonia se realizó en una cima de la isla, desde la cual se contempla el mar y a una corta distancia el lugar donde ocurrió el atentado hace justo un año y donde se develará un monumento en memoria de las víctimas.
Durante el acto se encendieron 22 enormes cirios en recuerdo a las víctimas de 22 países diferentes que perecieron en el atentado y se rezaron plegarias en varios idiomas en su memoria, en medio del dolor y llanto de los asistentes.
La ceremonia marcó el primer aniversario del atentado terrorista de Bali, ocurrida el pasado 12 de octubre de 2002, cuando artefactos explosivos detonaron contra una discoteca y una cafeteria, provocando la muerte a 202 personas, en su mayoría turistas.