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PYONGYANG, COREA DEL NORTE.- Corea del Sur y Corea del Norte conmemoraron ayer -por separado- el 50 aniversario del fin de la Guerra Coreana (que causó la muerte de más de 300 mil personas) en medio de la creciente crisis nuclear entre Washington y Pyongyang.
En la localidad fronteriza sudcoreana de Panmunjon, donde el 27 de julio de 1953 se firmó el armisticio luego de más de tres años de combates, casi dos mil 500 personas asistieron al acto oficial, entre ellas funcionarios de Naciones Unidas (ONU) y soldados retirados.
El general Leon LaPort, comandante de las tropas estadounidenses que apoyaron hace medio siglo a Seúl, afirmó que “es un día de gran conmemoración” y que el armisticio “representa la oposición de la comunidad internacional a la agresión comunista” de Pyongyang.
“Celebramos el pasado, celebramos el presente y celebramos el futuro”, señaló tras elogiar el resultado de la guerra coreana, pues aniquiló “la tentativa nefasta de unificar la península bajo el poder comunista”, reportó la prensa sudcoreana desde Panmunjon.
A la ceremonia asistieron altos funcionarios sudcoreanos y estadounidenses y más de mil 200 militares veteranos de guerra de los 16 países que tomaron parte en el conflicto combatiendo al lado de las fuerzas de Seúl y bajo el mando de la ONU y Estados Unidos.
Mientras Seúl reiteró su rechazo a la política armamentista norcoreana, que incluso a retado a Washington y Seúl, al otro lado de la frontera el gobierno de Pyongyang acusó de nuevo a Estados Unidos de preparar un “ataque preventivo” como el que lanzó contra Iraq.
Corea del Norte centró los festejos su fallecido líder durante la guerra, Kim Il Sung, fundador de la socialista República Popular Democrática de Corea, nombre oficial del país, y padre del actual mandatario Kim Jong II.
La prensa norcoreana, que criticó de forma severa a Washington, recordó el peligro que representa el hecho de que el armisticio no haya sido aún remplazado por un tratado de paz, pues sigue latente la posibilidad de un nuevo conflicto armado en la península.
“Al igual que en 1953, cuando el pueblo norcoreano propinó una contundente derrota al imperialismo norteamericano y lo obligó a firmar el armisticio, ahora estamos dispuestos a salvaguardar las conquistas del país”, publicó el diario Rodong Sinmun.