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BERLÍN, ALEMANIA.- Políticos, miembros de asociaciones de víctimas y antiguos activistas por los derechos civiles participaron ayer en Berlín en varias ceremonias conmemorativas con motivo del decimocuarto aniversario de la caída del Muro de Berlín (1961-1989).
Joachim Gauck, antiguo encargado de la custodia de los archivos de la Stasi -la policía política de la extinta República Democrática de Alemania (RDA)-, expresó en una ceremonia en el Centro de Documentación del Muro su rechazo a una amnistía para el ex jefe de Estado comunista Egon Krenz, encarcelado por los crímenes del Muro.
Gauck adelantó en declaraciones que publico ayer el diario “Berliner Kurier am Sonntag” su opinión de que “si Egon Krenz sigue sin tener ningún sentimiento de culpa, tiene que pagar por ello”.
Políticos y testigos de la época depositaron coronas de flores en el monumento a las víctimas del Muro situado a la entrada de la prisión de Hohenschoenhausen, antigua cárcel de la Stasi.
Los principales líderes políticos del país coincidieron en destacar la mezcla de alegría y duelo que les inspira una fecha como el nueve de noviembre, en que además de la caída del Muro se conmemora también el aniversario del primer gran pogromo contra los judíos en todo el Tercer Reich, que ocurrió en 1938.
El canciller alemán, Gerhard Schroeder, señaló que “más de cinco décadas de democracia vivida y trece años de unidad alemana convierten este día en ocasión para asegurarse de que seguimos el camino de la libertad, la tolerancia y la humanidad”.
El presidente de Alemania, Johannes Rau, hizo ayer un llamamiento a la tolerancia en la ceremonia de colocación de la primera piedra de la futura Gran Sinagoga de Múnich, contra la que un grupo organizado de neonazis pretendía atentar durante aniversario de la “noche de los cristales rotos”.
En una ceremonia en la que participaron unas 600 personas, entre ellas el primer ministro del Estado federado de Baviera, el socialcristiano Edmund Stoiber, Rau manifestó que “quien ataca a las minorías, pone una bomba en los fundamentos de nuestra sociedad”.
El citado pogromo, que se produjo hace 65 años, fue organizado por miembros de la GESTAPO y de las SS vestidos de civil para que pareciera un acto popular espontáneo; contó con la participación de parte de la población y con la pasividad de la inmensa mayoría.
En los tres días que duró, los nazis asesinaron a un número no determinado de personas, quemaron sinagogas, destruyeron y asaltaron negocios y detuvieron a unos 35 mil judíos, a los que enviaron a campos de concentración.
Respecto al atentado que planeaba la banda neonazi Camaradas del Sur, Rau se mostró “horrorizado” ante el hecho de que “65 años después del pogromo haya ultraderechistas radicales dispuestos a matar en un atentado contra un centro de vida judía”.
El grupo neonazi fue desarticulado hace dos meses en una operación que se saldó con 14 detenidos, de los cuales por el momento once permanecen en prisión.
Las autoridades se incautaron de catorce kilos de material altamente explosivo –1.7 kilos de TNT incluidos- en la vivienda del supuesto cabecilla de la banda, Martin Wiese, que tiene 27 años y un profuso historial ultraderechista.
Rau insistió en que “debemos demostrar que la intimidación y la violencia no pueden marcar el clima de nuestra sociedad”.
El presidente del Consejo Central de los Judíos en Alemania, Paul Spiegel, apeló en su intervención a no bajar la guardia ni minimizar la relevancia de los delitos ultraderechistas.