ACAPULCO, GRO.- La sudafricana Amanda Coetzer, de 31 años de edad, levantó el noveno título WTA de su carrera, al proclamarse ayer bicampeona del Abierto Mexicano de Tenis, con un triunfo de 7-5 y 6-3 sobre la argentina Mariana Díaz Oliva.
Algo tiene Acapulco, porque por primera vez Coetzer ganó dos ocasiones un torneo, luego que hace dos años se coronó aquí, y tuvieron que pasar igual número de temporadas para que volviera a obtener un título de la Asociación de Tenis Femenino (WTA).
La final tuvo una duración de 1:54 horas, durante los cuales las finalistas se enfrascaron en un cerrado duelo desde el fondo de la cancha del que sacó mejores dividendos la sudafricana, ayudada por los innumerables errores no forzados de su rival.
Díaz Oliva, 104 en la clasificación mundial de la WTA, tomó ventaja de 3-1 en el primer set, pero perdió cuatro juegos en fila, volvió a empatar y cuando mejor se veía sufrió un quiebre de servicio que le abrió el camino a la nativa de Hoopstad.
La argentina hizo todo lo posible por mover y desesperar a Coetzer, a quien es un gusto ver cómo con sus 1.58 metros de estatura cubre todos los rincones de la cancha y alcanza pelotas que parecen perdidas, por lo que quien terminó desesperada fue su oponente.
Luego de la hora y 14 minutos que duró el primer set, la segunda cabeza de serie necesitó 40 minutos más para llevarse el trofeo a casa, pues aunque Díaz Oliva se puso 3-2, ella se acreditó cuatro "games" al hilo, a fin de ponerle término al encuentro.
Ante menos de media entrada en un estadio para seis mil personas, la número 20 del mundo consiguió seis rompimientos de servicio, por tres de la pampera, cuyas constantes fallas en nada le ayudaron frente a una sudafricana que puede pasarse horas y horas jugando desde el fondo de la cancha.
Los gritos de "Queremos tango!" y "Vamos Mariana!", se fueron apagando conforme la consistencia de Coetzer se imponía en la cancha, donde se vivió un ambiente que nada tuvo que ver con la fiesta que se dio el sábado por la noche en la final masculina.
El triunfo le dio a Coetzer, quien la semana anterior perdió en la final de Memphis, 27 mil dólares y 120 puntos para el ranking mundial de la WTA, al tiempo que la argentina, tras la tercera final de su trayectoria, se embolsó 14 mil 500 dólares y 85 unidades.
Al término del partido, Díaz Oliva explicó que jugó disminuida por una inflamación en el empeine del pie derecho, además que estaba demasiado ansiosa y eso lo aprovechó la sudafricana, con más experiencias en finales, pues ha jugado 21.
"No podía pisar bien sin sentir dolor, estoy muy contenta por haber llegado a la final, porque me dolía muchísimo y lo soporté. Ella es muy fuerte mentalmente, puede estar 40-0 y no te regala nada, tiene más finales y experiencia y no comete errores", agregó Díaz Oliva, quien en nueve días cumplirá 27 años.
"Es extraespecial haber ganado aquí por segunda vez, porque cuando gané por primera vez fue especial, me sentí muy bien y si sigo ganando espero tener muchos más años en el tenis", comentó a su vez la flamante bicampeona.
Amanda Coetzer dijo que además se conjuntaron una serie de factores con los que se sintió muy a gusto, como fue el simple hecho de tener una habitación idéntica a la de 2001, mientras que el año anterior, cuando cayó en cuartos de final.
El torneo femenil se jugó por tercera vez como parte del Abierto Mexicano de tenis, se jugó sobre arcilla y repartió 170 mil dólares en premios.
- Final individual femenil
Amanda Coetzer (RSA/2) venció a Mariana Díaz Oliva (ARG) 7-5 y 6-3.