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México, DF.- Pagar 20 por ciento de los adeudos en materia del Impuesto sobre la Renta (ISR) y el Impuesto Sustitutivo de Crédito al Salario (Iscas), como ofreció el gobierno federal para aliviar las finanzas públicas de los estados que no están al corriente del pago de esos impuestos, es inviable financieramente hablando.
Así lo advirtieron los gobiernos estatales y municipales ante la Comisión Permanente de Funcionarios Fiscales en la que participa la Secretaría de Hacienda y Crédito Público.
Propusieron al Ejecutivo federal que ese adeudo de 20 por ciento de entidades y municipios se canalicen al pago de los adeudos de gravámenes locales que tenga el gobierno federal, por la vía jurídica de la compensación.
La Secretaría de Hacienda comenzó el año pasado auditorías a los estados y municipios que no estaban al corriente en el pago del impuesto a la nómina, lo que provocó que los tesoreros estatales y municipales solicitaran al titular de la dependencia, Francisco Gil Díaz, una solución al problema.
En noviembre pasado, el secretario de Hacienda ofreció llevar acabo un esquema de ?cuenta nueva y borrón? para los gobiernos locales. Pero respondió formalmente a las exigencias incorporando en el paquete económico un programa de regularización que no condonaba adeudos pero garantizaba que las erogaciones que realizaran los gobiernos locales para dejar de ser contribuyentes morosos, se les regresarían.
La propuesta no fue aceptada por el Congreso de la Unión, por lo que el cinco de marzo y 23 de abril el presidente Vicente Fox publicó sendos decretos mediante los cuales otorgó a los gobiernos estatales y municipales un esquema de estímulos fiscales.
De esta forma, en el ejercicio fiscal de 2003, el estado o municipio en cuestión recibiría por concepto de ingreso extraordinario con destino específico 80 por ciento de los ingresos extraordinarios que pague a la federación en ese año y 20 por ciento restante, se incluiría, tratándose de la entidad, en el Fondo General de Participaciones (FGP) y, en el caso del municipio, se adicionaría al Fondo de Fomento Municipal (FMM).
Para 2004, si el estado y municipio paga el impuesto, se le regresará 60 por ciento de la cantidad pagada, 20 por ciento iría al FGP o al FFM, según sea el caso, y 20 por ciento ingresaría a las arcas de la Federación.
En 2005, se repite el esquema. Sin embargo, el estado o municipio recibe 40 por ciento de lo que pagó, un 20 por ciento se va al FGP o al FFM, y el restante 40 por ciento es para la Federación.
A partir de 2006, los estados y municipios deberán pagar el impuesto y toda la recaudación es para la Federación.
Los gobiernos estatales y municipales propusieron a la Comisión Permanente de Funcionarios Fiscales que los adeudos generados hasta el 31 de diciembre de 2002, se otorguen al 100 por ciento como estímulo directo a estados y municipios.
Además, sugirió en un documento, que se otorgue la administración integral de los impuestos que se generen durante los ejercicios de 2003 hasta 2005, derivados de la prestación de un servicio de personal subordinado, respecto de los trabajadores del propio gobierno local, para que de manera paulatina se regularice el pago de éstos, a partir de un esquema de incentivos económicos transitorio.
Según el documento, los gobiernos estatales consideraron que es importante que Hacienda aclare qué tipo de incumplimientos de obligaciones fiscales de carácter federal son de estados y municipios.